Rafael Nadal, en un gesto clásico, muerde el trofeo que le acredita como ganador del Masters Series de Montecarlo. Foto: CHRISTOPHE KARABA

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Tolo Jaume/Efe El tenis mallorquín vuelve a saborear otro gran fin de semana. Es casi costumbre, pero ayer Rafael Nadal y Nuria Llagostera cosecharon un éxito que da más brillo si cabe a la historia del deporte de la raqueta de Balears. Al doblete y cuarto título consecutivo del manacorí en Montecarlo, se le unió Nuria Llagostera, que se sumó a la fiesta liderando al equipo de Copa Federación que el próximo mes de septiembre se verá las caras con Rusia en la final.

Nadal y Moyà, que doblegaron a Estados Unidos en la fina de la Davis en 2004, han propiciado que las raquetas mallorquinas acumulasen cuatro títulos en Roland Garros y se apoderasen en la última década de un buen puñado de las citas que se desarrollan sobre tierra batida. No obstante, los logros en el circuito masculino se aderezan ahora con los triunfos de la jugadora de Cala Millor. Y es que Llagostera, que vio condicionada su progresión por una lesión, ha vuelto por donde solía y, tras conquistar este año el torneo de Bogotá y el dobles en Acapulco, ha sido clave para tumbar a China en las semifinales de la Copa Federación. Precisamente en Pekín es donde Llagostera y Nadal tienen puestas sus miras. La primera se ha marcado como gran objetivo estar en los Juegos, mientras que el segundo no sólo peleará por las medallas en el cuadro individual, sino que también ha dejado constancia de sus intenciones de luchar por el dobles tras su triunfo en Montecarlo y su especial preparación en esta modalidad.

Es digno de mensión que seis años después el equipo de Copa Federación regresa a la final y lo hace gracias a la victoria por un doble 6-4 que Nuria Llagostera le endosó a la china Peng Shuai en una hora y 34 minutos sobre la pista rápida del Centro Internacional de Tenis de Pekín. «He tratado de estar muy agresiva pero tranquila al mismo tiempo, sabiendo siempre qué era lo que tenía que hacer», reconoció la jugadora de Cala Millor.

La victoria de ayer se une a las otras dos recogidas por la propia Llagostera y por la debutante Carla Suárez para completar un 3-0 en la serie al mejor de cinco, a falta de dos partidos.

Las encuestas situaban a España como la selección con menos posibilidades de llegar a la final, pero al igual que sucedió en su emparejamiento con Italia, las chicas de Miguel Margets supieron revertir los pronósticos apoyadas en su unión y liderazgo de la balear.

El partido vivió su momento clave en el séptimo juego de la segunda manga, Llagostera restando para colocarse 4-3, los aficionados chinos empujando a Peng y el banquillo español convertido en un manojo de nervios.

La tenista española demostró entonces una madurez y una capacidad de decisión encomiables para abstraerse de la tensión que se vivía en el pabellón y tirar sendas bolas a las rayas para acabar rompiendo el servicio de Peng y dejar el partido prácticamente visto para sentencia.

Llagostera construyó su victoria desde el andamiaje de su confianza y sobre un estudio pormenorizado de las debilidades de su rival; y allí acudió para castigarle la derecha.

A Llagostera le bastó con saber conservar su servicio, al principio dubitativo pero certero en los momentos claves, como en el juego definitivo de la primera manga, en el que la balear metió cuatro primeros servicios para cerrar un juego en blanco y apuntarse el set.

Seis años después, España vuelve a la final de la Copa Federación, un torneo que ha ganado cinco veces en la década de los 90, con el concurso de Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario. La final de este año será del 13 al 14 de septiembre.

Nuria Llagostera completó la fiesta con la murciana María José Martínez cerrando con un triunfo en dobles la semifinal de la Copa Federación contra China que España ha ganado por 4-1. La pareja española derrotó a Tian-Tian Sun y Shaui Peng por 6-2 y 6-1.