Con el rostro de una larga noche de celebración aterrizaron ayer en Son Sant Joan los jugadores del Drac Palma con su tercera Superliga consecutiva. Sin el técnico argentino, Marcelo Méndez, que retrasó unas horas su vuelta para asumir el rol de seleccionador español en la cuenta atrás hacia el preolímpico, los jugadores del club que preside Ricardo Ramos fueron recibidos por Biel Caimari, en representación de Drac, y Jorge Mandado, de Illesport.
A su llegada al aeródromo de Ciutat, el capitán Miguel Àngel Falasca se confesó «muy contento y satisfecho» con la tercera Superliga seguida del Drac Palma y la manera de conseguirla: «Ha sido muy bonito porque hemos jugado muy bien y no le hemos dado opción al rival. Hemos demostrado en la pista que somos los mejores y nos sentimos muy satisfechos por todo y sobre todo por el hecho de que se hubiera puesto en entredicho a nuestro club. Hemos hablado en la cancha».
El colocador pondrá rumbo a la liga polaca dejando atrás cinco años en Palma en los que ha conquistado tres títulos ligueros, dos Copas, dos Supercopas y dos subcampeonatos europeos. Por este motivo, Falasca vivió ayer una jornada especial en la que, sobre todo, sintió «alegría» en un día en el que las celebraciones también tenían aroma al final de un ciclo. «A veces es bueno buscar nuevas motivaciones. Este va a ser siempre mi club y no creo que pueda estar tan a gusto en otro lado. Tampoco creo que sea un adiós definitivo porque no sé si volveré aquí. También es bueno que llegue gente nueva con ganas y siempre es importante mantener la motivación».
La inevitable marcha del capitán se presume una baja muy sensible de cara al próximo curso, pero el propio Falasca apunta que el club está «bien orientado para que sigan viniendo títulos».
Otro pilar del Drac, José Luis Moltó tampoco tiene segura su continuidad en el equipo, pero ayer era el momento para las celebraciones y, de paso, echar la vista atrás para recordar que «desde que empezó Son Amar y ahora Drac Palma en cinco años han llegado tres ligas, dos copas, dos supercopas, dos finals four y quizás la columna vertebral se está perdiendo por cosas normales del deporte, pero lo más importante es que se construya otra». Además, también añadió que «quizás es un punto y seguido o el final de un ciclo».
En cualquier caso, Moltó, que adelantó que escuchará ofertas después de reunirse con Ricardo Ramos, considera que este año ha sido determinante «el aspecto mental» y resalta la superioridad exhibida en el play off, donde destaca haber logrado un balance de 24 sets a uno: «Ha sido más contundente de lo que pensábamos, pero mejor así».
Los cambios en el equipo, el calendario, el cambio de escenario de juego con la consiguiente bajada de público y los problemas de adaptación al Palma Arena han sido los principales obstáculos del Drac Palma en busca de su tercer título liguero. El presidente del club, Ricardo Ramos, reconoció una «satisfacción inmensa» por el triunfo en una campaña con todos los problemas mencionados y valoró que los suyos han hecho gala de «un nivel de juego incuestionable». No quiere hablar de cambio de ciclo, pero sus palabras denotan el comienzo de una nueva etapa: «Como en todo tiene que haber una renovación y es un buen momento para tener ideas y aportar para que esto tenga continuidad. Sin el apoyo de gente como Grande, las instituciones o el impulso que dio Damián Seguí no se podría haber hecho nada. Mallorca y las instituciones deben valorar ahora si merece la pena apostar por este proyecto».
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