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Tolo Jaume/Miquel Alzamora Manacor es tierra de escritores de la talla de Miquel Àngel Riera, de pintores como Riera Ferrari, de compositores como Antoni Parera e inevitablemente es tierra de deportistas, como Rafael Nadal. Sus éxitos en todos los campos son principalmente individuales, pero este año ha triunfado un colectivo, un grupo, un equipo, un proyecto, el del Fisiomedia Manacor. El equipo de fútbol sala ha conseguido un hito histórico en Balears: ascender a la División de Honor, la Primera División de uno de los deportes de moda y más espectaculares del momento.

Manacor y sus ciudadanos tienen un motivo más para sentirse orgullosos de su ciudad, de su presente. Recorrer el centro de la localidad es gratificante. De siempre la ciudad se ha caracterizado por ser receptora de gentes. La capitalidad de comarca ha ayudado a ello y ha sabido dar el salto de calidad necesario para adecuarse a la realidad, al día a día. Su crecimiento, lento pero sin pausa, ha desencadenado un elevado número de movimientos deportivos, sociales y culturales que han hecho de Manacor una ciudad en mayúsculas, para vivir, para vivirla, para disfrutar de ella. El Fisiomedia, con su gran papel en la categoría de Plata y su ascenso a División de Honor ha colaborado todavía más en hacer de Manacor un punto de obligada referencia a nivel deportivo. El proyecto ideado por un hombre de fútbol como Miquel Jaume 'Jimy' ha llegado a la meta, soñada en un principio, deseada en una segunda fase y hecha realidad este fin de semana. Sus jugadores, todos ellos profesionales, lejos de encontrar dificultades para adaptarse a la localidad, recorren sus calles céntricas con la familiaridad que lo haría cualquier vecino. Manacor es grande, pero mantiene una filosofía familiar, la de «todos conocen a todos» y eso facilita en gran medida las cosas, las hace más fáciles, las mejora. Manacor como núcleo tiene también parte de culpa en el ascenso del Fisiomedia. Sin que existiera una cultura de fútbol sala en mayúsculas, los ciudadanos comenzaron a identificarse con el proyecto, con el equipo, con sus jugadores y, sobre todo, con un entrenador, José Lucas Mena 'Pato' que ha actuado de padre, de técnico, de cabeza visible, de hombre experimentado, en definitiva, ha sido el conductor de una nave que siempre está supeditada al maldito recorrido que tome la pelota. Sin embargo, su carácter y su implicación han sido clave para lograr el objetivo del ascenso.