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Miquel Alzamora|BARCELONA
Su segunda victoria en el Camp Nou provocó consecuencias casi irreparables en las entrañas del Camp Nou. Gregorio Manzano no ocultó su satisfacción por un triunfo que mantiene encendida la ilusión por entrar en la Copa de la UEFA.

El técnico de Bailén analizó una victoria que se sembró en la última media hora gracias a los goles de Borja Valero, Webó y Güiza: «Nos presentamos aquí con la ilusión de ganar, como siempre y especialmente fuera de casa. Nuestro trabajo fuera de casa está siendo maravilloso. Hoy hemos puesto una rubrica a un trabajo a domicilio difícil de igualar. No sólo hemos sumado triunfos, sino que hemos marcado en todos los campos, excepto en uno (el del Betis). A pesar de ello, no ha sido ni cómodo, ni bonito ni fácil. Ellos han marcado dos goles con facilidad», apuntó el de Bailén antes de remarcar el cambio experimentado tras la entrada de Ariel Ibagaza.

«A raiz de esa sustitución -añadió- comenzamos a profundizar y tuvimos la suerte de marcar de inmediato para creer en el empate. Aposté por más jugadores de creación porque vi al Barça cansado. Es cierto que en algún gol hemos tenido algo de suerte, como en el chut de Borja que desvía un rival. Los tres puntos nos dan esperanzas de jugar la Copa de la UEFA a falta de la última jornada».

Manzano también dedicó unas palabras para Rijkaard: «Desde la distancia y desde el tiempo porque llegó cuando yo entrené al Atlético, veo a un hombre de fútbol con una personalidad tremenda y de saber estar en un club grande, donde las cosas no siempre van bien. Ha estado por encima de todo. Ha protegido al vestuario y se va un hombre de fútbol y un gran entrenador. Antes del encuentro le he deseado suerte para el futuro».

El entrenador andaluz incidió en la entrada del 'Caño': «Hay una causa-efecto que otras veces no se producen y hoy sí. Ibagaza provocó que nuestra transición de balón fuera más limpio hacia nuestros atacantes y descargamos a Borja, que tenía una tarjeta, en el centro del campo. Lo hemos pegado a la derecha y desde ese momento tuvimos tanta o mayor posesión de balón que elos, que ya es decir mucho».

También alabó a Güiza: «Ha tenido que competir con un gran defensa como Puyol, pero al final ha surgido el instinto goleador de un matador. Aquí nunca había marcado y estamos contentos de que sea el Pichichi de un equipo modesto nos enorgullece a todos. Ese gol le eleva a los altares de un goleador español, que es decir mucho».