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Tolo Jaume La temporada 2007-08 se dispone a bajar el telón y la planificación de la 2008-09 echa a andar con muchas dudas planeando sobre los principales exponentes deportivos de Ciutat excepción hecha del Real Mallorca. Ícaro, Drac y Palma Bàsquet hacen balance del curso y en su cierre de ejercicio se vislumbran varias incógnitas que acechan su futuro. El boyante panorama amenaza con dar paso a un yermo paraje en el que los representantes palmesanos vislumbran muchos problemas.

El Ícaro Palma definirá su futuro esta misma semana e incluso las medidas más alarmantes están sobre la mesa. El primer debutante en la Superliga femenina en conseguir la clasificación para la Liga de Campeones no descarta dar por concluido su periplo entre la élite. El elevado coste de la competición, la falta de sensibilidad institucional y las dificultades que ha encontrado el club para desarrollar su trabajo con normalidad motivan que la junta directiva comandada por Carlos López abra un período de reflexión en el que defina sus intenciones.

No favorece a los conjuntos en liza la etapa de recesión económica con la consiguiente fuga de patrocinadores y tampoco los preocupantes números que maneja la Conselleria d'Esports que dirige Mateu Cañellas. Además, la primera experiencia en el Palma Arena no ha dejado buen sabor de boca en los clubes, que ahora examinan los apoyos que han recibido hasta la fecha y con los que van a contar para definir su trayectoria inmediata.

«Aún tenemos que reunirnos, pero nuestro futuro pasa por analizar mil cosas y no tenemos muy claro como estructurar la situación. Esta semana tomaremos una decisión sobre la próxima temporada», asegura el presidente del Ícaro Palma, Carlos López, que mostró su malestar por la decisión adoptada por la comisión ejecutiva de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) de aplicar la regla «4+2» que limita la presencia de jugadores extranjeros en pista. Y es que esta medida de implementación progresiva en los próximos tres años desoye las recomendaciones de la Unión Europea y pone en peligro multitud de proyectos a lo largo y ancho del viejo continente.

La problemática del Ícaro Palma se centra en la futura normativa diseñada por la Federación Internacional de Voleibol, el aspecto económico y el apoyo institucional en situaciones y casos que no afectan exclusivamente al plano presupuestario.

Menos comprometida pero no exenta de obstáculos se presenta la planificación del Drac Palma, que diseña el nuevo curso con la confección de la plantilla y la búsqueda de patrocinadores como prioridades. El presumible adiós de la empresa de Vicenç Grande como principal sponsor multiplica el trabajo del presidente Ricardo Ramos en la búsqueda de apoyos en el sector privado. Por el momento, el máximo responsable del club que ha sido capaz de sumar siete títulos y dos subcampeonatos europeos en cuatro años trabaja en la confección de la plantilla con la base de la subvención que percibió de Illesport la pasada campaña. La fundación para el soporte y la promoción del deporte en Balears destinó 700.000 euros al Club Voleibol Pórtol y con este supuesto Ricardo Ramos.

«Hemos empezado a preparar la plantilla de la próxima campaña con la hipótesis de los antecedentes, porque nadie se ha dirigido al club para decirnos que iba a variar la subvención», asegura Ricardo Ramos, que, además de la continuidad asegurada de Manuel Sevillano y del técnico argentino Marcelo Méndez, ha llegado a un acuerdo para la renovación de Iban Pérez y Julián García Torres. En cualquier caso, el margen de maniobra del club se ha reducido en el plano económico, lo que ha motivado que no se haya podido mantener el bloque como en anteriores campañas. Las mareantes ofertas que han recibido Miguel Àngel Falasca y Alexis González no han dado opción a la contraoferta, pero todo apunta que será complicado retener a algunos de los principales activos de la entidad.

La comprometida situación que afronta el Palma Bàsquet en la última jornada de la LEB Oro ha motivado que los responsables del club que preside Guillem Alomar hayan prorrogado el diseño del próximo curso. No obstante, la cuenta atrás también deja entrever un futuro preocupante. El Club Bàsquet Alcúdia se quedó sin el apoyo de Aqua Mágica con la consiguiente redirección de sus objetivos y posteriormente ha visto minada su trayectoria por su andadura en el Palma Arena. Tampoco han notado la sensibilidad para con el club de las instituciones y el desánimo ha empezado a cundir entre la cúpula.

Bien es cierto que el contratiempo puntual del temporal que destrozó el Palau d'Esports de Son Moix tampoco ha ayudado, pero ninguno de los tres contendientes se ha sentido cómodo en el Palma Arena, donde las prestaciones de la instalación no han sido favorables y donde los tres conjuntos han visto debilitada su masa social y su potencial competitivo al jugar sin apenas sentir el calor de la grada.