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Efe|BARCELONA
El Barcelona ha concluido el campeonato con un segundo año sin títulos, e inicia una pretemporada bajo el signo de la revolución, que podría afectar desde la directiva al vestuario y pasando por el banquillo, debido a la necesidad que se ha generado en el club y en el entorno de la entidad de llevar a cabo cambios radicales. Que todos los estamentos del club se encuentran en alerta desde la cúpula directiva hasta el último jugador barcelonista es porque la junta ha anunciado cambios y porque un sector de la masa social ha puesto en marcha una moción de censura contra los mandatarios del Barcelona.

Así, al margen de la decisión judicial que se puede desprender del juicio contra la junta directiva programado el 11 de junio, y que podría obligar al equipo del presidente Joan Laporta a avalar cantidades millonarias de euros, el consejo directiva barcelonista se encuentra sometido a una moción de censura impulsada por un grupo de socios, cuya cabeza visible es Oriol Giralt. El 29 de mayo concluirá el periodo de recogida de apoyos, cifrado en 5.882, para que la moción pueda ser votada en el referendo entre la masa social.

En un escalafón inferior, el de ejecutivos, el Barcelona ha respaldado el trabajo del secretario técnico, 'Txiki' Begiristain, quien continuará un año más en su ocupación y en esta pretemporada volverá a ser el responsable de conjuntar un nuevo Barça para que el año que pueda competir al máximo nivel en todas las competiciones en las que participará.

En el nivel donde ya se han producido cambios importantes es en el banquillo barcelonista, después de que la junta directiva aprobase hace unas semanas relevar de sus funciones al técnico Frank Rijkaard, quien dirigirá al equipo catalán por última vez el lunes en un partido amistoso que ha programado el Barcelona en Arabia Saudí.

En lugar de Rijkaard, el Barça entregará el testigo para dirigir el primer equipo a Pep Guardiola, ex capitán barcelonista y actual técnico del equipo filial, que la semana pasada ganó la Liga de tercera división, y que prepara el ascenso a la Segunda B.

El nuevo entrenador barcelonista aún no ha firmado el contrato que le ligará por dos años con el primer equipo. Como punto de partida, Guardiola tiene previsto incorporar a Tito Vilanova, su actual segundo en el filial.

Junto a Rijkaard también abandonarán el primer equipo sus ayudantes, Neeskens y Eusebio. A la espera de las negociaciones que aún está tratando Guardiola, queda por definir el grupo de preparadores, recuperadores y médicos.