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Fernando Fernández Miquel Julià, formando equipo con José Luis Pampló (Roger Racing), demostró que va a por todas en el Campeonato de Europa-International GT Open. La prueba disputada este fin de semana en el legendario trazado belga de Spa premió la progresión del balear, a los mandos de un Ferrari F430 GTS, en cuya primera carrera (sábado), un error organizativo, tras ser segundos en los entrenamientos dejó sin gasolina a su vehículo a media vuelta para el final, cuando ocupaban la segunda posición (acabaron sextos).

La carrera dominical marcó un punto de inflexión. El trabajo técnico y la motivación añadida de Julià y su compañero se convirtieron en aliados inesperados y reventaron la carrera. Tanto que firmaron una gran salida, con Miquel al volante. Enseguida, el balear se puso primero, imprimiendo un fuerte ritmo a la carrera, a cuyo ecuador sacaban dieciséis segundos a sus perseguidores. Entonces, la mala suerte se alió con ellos, neutralizándose ese margen al entrar en pista el Safety Car como consecuencia de un accidente.

Cambios
Con la retirada del vehículo de seguridad, se inició una nueva carrera, con Pampló a los mandos del Ferrari. Giacomo Ricci -piloto de GP2- (Aston Martin) y el autor de la 'pole' del sábado, Giacomo Piccini (Lamborghini), tomaron ventaja, con victoria para el primero (en compañía de Max Wiser) con un tiempo de 46:09.303. Julià y Pampló lograron acabar la carrera en tercera posición (46:21.134), sumando unos puntos valiosos en vistas a luchar por la clasificación general. La siguiente cita de Julià con el equipo Roger Racing tendrá lugar los días 26 y 27 de julio en el circuito urbano de Valencia, que en agosto recibirá a la Fórmula Uno, aunque las perspectivas se han disparado tras el resultado de Spa.

El pilotaje de Miquel, que el pasado año corrió la Renault Eurocup 2.0, causó sensación en el paddock de Spa y deja claras sus opciones en vistas a sumar un título de entidad continental que haga justicia a un currículo de altos vuelos.