TW
0

Jonás Gutiérrez ha movido ficha. Tal y como adelantó Ultima Hora el pasado 30 de mayo, el centrocampista argentino se ha acogido al artículo 17 del reglamento sobre el estatuto y la transferencia de jugadores de la FIFA con la intención de solucionar su futuro. Los representantes legales del futbolista (él se encuentra en San Diego concentrado con su selección) presentaron ayer un burofax en las oficinas del Mallorca con el que rescindían de forma unilateral el contrato que le ligaba al club isleño y a partir de ahora se abre un complejo proceso en el que tendrá que mediar el máximo organismo futbolístico fijando el precio de su libertad, que podría ser inferior al que exigían los baleares por su traspaso.

Sobre el papel, el Galgo tiene cuenta con la complicidad de la jurisprudencia y podrá escoger equipo a cambio de una indemnización simbólica que el Mallorca deberá compartir con Vélez Sarsfield, el club que posee el otro cincuenta por ciento de sus derechos federativos. La veda la abrió hace dos años Andrew Webster. El escocés pertenecía al Hearts of Midlothian, al que le unía un contrato que finalizaba el 30 de junio de 2005. Sin embargo, la relación se prorrogó de mutuo acuerdo en dos años poco antes de esa fecha. Pero en mayo de 2006, tras descartar una nueva ampliación del compromiso propuesto por la entidad, el jugador se acogió al mencionado artículo 17 y fichó por el Wigan Athletic de la Premier League inglesa.La Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA (CRD) determinó que el futbolista debía indemnizar al Hearts con 625.000 libras, atendiendo a las distintas circunstancias concurrentes, pero tanto el club como el futbolista recurrieron al TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), demandando el primero una indemnización de 5 millones de libras, en atención al valor de mercado del jugador, y solicitando el segundo que la suma indemnizatoria se redujese a 150.000 libras, al ser ésta la cuantía económica correspondiente a la parte del contrato que restaba por cumplir a la fecha de rescisión. El TAS, en un extenso laudo, le dio la razón al jugador reduciendo la indemnización a la cuantía por él solicitada. A partir de ahí, otros jugadores, como el sevillista De Sanctis o el zaragocista Matuzalem, siguieron con éxito sus pasos.