Toni Colom posa con el trofeo Marco Pantani y la mascota del Giro de Italia, ayer, a su llegada a Palma. Foto: JAUME MOREY

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Fernando Fernández

Recién cumplidos los 30 años, Toni Colom vive uno de los momentos más dulces de una dilatada trayectoria sobre la bicicleta. El nuevo Astana y Alberto Contador le han hecho recuperar las buenas sensaciones y olvidar un final de 2007 para pasar página. El de Bunyola ha entrado en los anales del ciclismo balear y español al reivindicarse como hombre fuerte del vigente ganador del Giro y Tour de Francia, y su brillante actuación en la ronda transalpina, como escudero de la 'maglia rosa', no ha pasado inadvertida. El manager de Astana, Johan Bruyneel, ya le ha propuesto seguir, en principio dos años más, en la mejor escuadra del planeta. Una oferta tentadora para un Colom que quiere «dejarlo todo cerrado este mes» y se muestra «feliz» en la estructura. Contador será su principal avalista y eso no tiene precio. «No poseo el motor para ganar una 'grande', pero me apetece trabajar para Alberto», confiesa el corredor, que aterrizó ayer en la Isla con el Trofeo Marco Pantani, en reconocimiento a su primer puesto en la cima del legendario Mortirolo. «Eso me quedará para toda la vida, además de subir al podio», explica Colom, quien acabó 25º en la general (a 1:00.15) y tuvo palabras de elogio para el otro mallorquín en liza, Joan Horrach (Caisse d'Epargne). «Lo ha intentado cada día y se le ha visto muy bien», dice del de Deià.

Las felicitaciones han sido una constante en el móvil y su web. «En Italia también. Soy corredor, me gusta dar pedales y estoy disfrutando del apoyo de mi gente. Otras cosas de índole política no nos interesan», exclama en referencia a la ausencia del Astana en el Tour. «Ahora, necesito descansar. Estoy destruido, pero pasado mañana (miércoles) volveré a entrenar», comenta, pese a que Bruyneel, gratamente sorprendido de su labor e inteligencia en carrera, le ha dado carta blanca en sus vacaciones.

Sobre Contador, se le agotan los adjetivos. «Él quiere que esté a su lado y eso nunca lo podré agradecer», confiesa su compañero de habitación a lo largo de la carrera rosa, en la que el de Pinto ha igualado la gesta de Miguel Indurain, siendo el segundo español en lograr inscribir su nombre en el libro de honor del Giro de Italia.

La Vuelta, una posibilidad de entrar en el equipo olímpico de Pekín, la general del ProTour y el ya clásico desafío a un caballo en Son Pardo (puede que en unas semanas, a dos vueltas y con salida parada), parecen aparcar el récord de la hora. Eso, si el Tour no cambia de parecer y acaba invitando al Astana, algo «que ahora mismo no contemplamos». Toni Colom paladea un Giro que, en buena parte, él también ha ganado.