Un grupo de jugadores de la selección holandesa celebran uno de los tres goles que lograron anoche ante Italia.

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Francisco Àvila|BERNA
Holanda fue una naranja amarga para el campeón mundial. La exquisitez de su juego le permitió dejar fuera de combate a Italia (3-0), con dos tantos de los madridistas Ruud van Nistelrooy y Wesley Sneijder y el tercero del ex barcelonista Gio van Bronckhorst.

Fue una anécdota que el tanto que abrió el marcador fuera en un claro fuera de juego, porque Holanda se encontró a gusto ante los italianos. Bordaron el fútbol los holandeses y desarbolaron a los transalpinos en el mejor partido de lo que llevamos del torneo.

Treinta años después, la exquisita Holanda se tomó la revancha. Tres décadas hacía que los 'oranje' no ganaban un partido a los italianos, desde el Mundial del 78, desde los tiempos del «fútbol total» de Rinus Michels, ese fútbol que según Marco van Basten ha muerto, una afirmación que se podría poner en entredicho después de la demostración ofrecida ayer.

El partido, a priori un duelo de equipos con estilos cambiados, fue un monólogo del equipo de Van Basten, que dominó el partido con sus armas de siempre: toque, desmarque y remate.

Le bastó a Holanda que conectaran su pareja de mediocampistas creativos (Rafael van der Vaart y Wesley Sneijder), que apareciera Ruud van Nistelrooy y que intervinieran menos su pareja de destructores (Engelaar y de Jong) para que todo fuera como la seda.

Y eso que Italia empezó bien. Sustentada en la creatividad de Andrea Pirlo, agarrado al desborde de Antonio di Natale, los campeones del Mundo parecían fuertes, pero fue un espejismo.

Buscando en los balones largos a Luca Toni, bien marcado por Andre Ooijer que fue desplazado desde el lateral al eje central, los transalpinos se quedaron prácticamente sin argumentos cuando entraron en juego los holandeses.

Los madridistas Sneijder y Van Nistelrooy siempre dieron sensación de peligro cada vez que tocaban el balón. El centrocampista probó a Buffon por primera vez en el minuto 11, pero van Nistelrooy no estuvo hábil en una jugada de las que no perdona en el minuto 18.