Desde entonces, nada de nada, salvo una final del torneo del Viejo Continente en 1984. Un subcampeonato de triste recuerdo por el error del mítico portero realista Luis Arconada, que dejó la preciada copa en Francia, el país de los anfitriones.
El Ernst Happel de Viena será testigo del primer gran combate de la «roja» en la competición austríaca. Un España-Italia es un clásico por antonomasia, un duelo fraticida, en el que un grande quedará fuera antes de tiempo.
De nuevo Italia se puede cruzar en el camino de España, que no vence a la escuadra «azzurra» en partido oficial desde 1920, en los Juegos Olímpicos de Amberes, aunque lo hizo en envite amistoso el pasado mes de marzo en Elche (1-0).
Los recuerdos se agolpan en la mente de los españoles, que no olvidan el codazo de Mauro Tassotti a Luis Enrique en el último enfrentamiento de competición entre ambos conjuntos, el disputado en Boston en 1994, también en la ronda de los cuartos de final. El rostro y la camiseta manchados de sangre del asturiano han vuelto a le mente de los aficionados, que quieren revancha.
Italia era el rival menos deseado. Luis no lo quería, aunque sabía que había muchas opciones de encontrarlo en la senda tras la primera fase. Por eso ha tratado de imbuir en sus jugadores el carácter competitivo de los transalpinos.
Aragonés envidia el oficio del rival y su defensa feroz. «Es la mejor del mundo», ha declarado con insistencia. El técnico es consciente de que Italia dejará la iniciativa a España, que deberá ser propietaria del balón.
El seleccionador español preferiría que fuese Italia la que tuviese la bola, pero no va a ser posible. La «azzurra» tiene un estilo muy definido desde sus orígenes y es fiel a él. Italia espera para asestar el golpe definitivo cuando nadie se lo espera y España deberá explotar una de sus principales armas: El toque.
Será la única forma de intentar el asalto a la parcela de Buffon, el mejor portero del mundo, que mantendrá un bonito pulso con Iker Casillas, lo mismo que Luca Toni con David Villa en el ataque. Los hombres de Luis tendrán la bola, pero deberán cuidar la retaguardia y las jugadas a balón parado, pues de esta forma recibieron dos de los tres goles encajados en la fase de grupos.
Aragonés dispondrá para la importante cita de su once de gala, el que venció los dos primeros partidos de la Eurocopa, ante Rusia y Suecia, con David Villa y Fernando Torres como estiletes en la punta de ataque.
En defensa, alineará Luis a Sergio Ramos, con el que ha tenido el último incidente de una concentración, en general, tranquila. Ninguno de los dos respetó lo que el técnico llama los códigos del vestuario y lavaron los trapos sucios a la vista de todos. El percance no llegó a más y el fuego se apagó pronto, lo mismo que el encendido la semana anterior con Fernando Torres.
Italia debutará en tierras austríacas, después de haber disputado su partidos de la primera fase en Suiza. El seleccionador, Roberto Donadoni, no podrá contar con los sancionados Andrea Pirlo ni Gennaro Gattuso, además de los lesionados Fabio Cannavaro y Andrea Barzagli.
Italia, que quiere sacudirse el papel de favorito que le confiere España, no se ha tomado en serio las declaraciones de Aragonés sobre Gattuso, al que restó peso e importancia en equipo.
El ex madridista Panucci y el propio Gattuso quitaron importancia a las manifestaciones. Panucci indicó que no veía polémica por ningún lado, porque lo que había querido decir Luis es que Italia tiene a grandes jugadores, mientras el centrocampista del Milán tomó las palabras del técnico español «como un cumplido» e incluso admitió que no es tan importante dentro del equipo italiano.
Fueron la primeras batallas psicológicas entre ambos conjuntos. La gran pelea se dirimirá en el Ernst Happel de Viena. En él, España espera romper con la historia y superar la fatídica muralla de cuartos.
Más triunfos
Por otra parte, un posible triunfo hoy de España ante Italia,, colocaría a Luis Aragonés como el seleccionador que más victorias ha conseguido en la historia de la «roja».
Tras la victoria ante Grecia, Aragonés igualó la marca de Javier Clemente, que consiguió 36 desde el banquillo de la selección, a la que dirigió en 62 partidos.
Luis también suma 36 victorias, pero en 51 partidos, por los que un triunfo ante Italia le situaría como el entrenador con más éxitos, además de colocar a España en semifinales de un gran campeonato, algo que no consigue desde 1984, en Francia. El técnico ya ha igualado, también, el récord de nueve triunfos consecutivos, que superaría con la victoria ante Italia. La última y única ocasión que España había ganado nueve encuentros seguidos sucedió entre el 7 de octubre de 1921 y el 25 de septiembre de 1927 con Manuel Castro como seleccionador nacional. La segunda mejor marca está en poder de José Antonio Camacho, que logró ocho victorias en cadena entre 1999 y 2000.
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