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La mayoría no había vivido nunca el triunfo de España en una partido importante y en seguida que la maldición se rompió los cláxones se convirtieron en la banda sonora de la noche palmesana y la plaza de las tortugas en el lugar de concentración de los aficionados mallorquines de la 'Roja'.

Los cánticos habituales y los coros que ha popularizado la televisión estos días se corearon mientras eran muchos los que aprovechaban para darse un baño en la fuente.

Muchos habían aguardado años para que llegara una noche como la de ayer y aprovecharon para enfundarse la elástica de la selección y celebrar un triunfo que ya ha disparado la euforia entre unos aficionados españoles que le tenían muchas ganas a Italia.