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Jenaro Lorente|VIENA
Luis Aragonés está a un peldaño de lograr el que sería triunfo más importante de su carrera, la Eurocopa de naciones, éxito tras el que abandonaría la selección al concluir su contrato.

Si vence, Luis haría el mismo camino que el brasileño Luiz Felipe Scolari y el francés Aimé Jacquet, quienes ganaron con Brasil y Francia, respectivamente, los mundiales de 2002 y 1998 y luego se marcharon por la puerta grande.

Scolari, apodado Felipao, que ha fichado por el Chelsea para ejercer la próxima temporada como director deportivo, llevó a Brasil a la conquista de su quinto Mundial en 2002.

El técnico, que concluyó su etapa como seleccionador portugués en esta Eurocopa, tras estar cinco años y medio en el cargo, llegó al país luso después de proclamarse campeón del mundo con Brasil. En 2002, Scolari era el responsable de un combinado en el que volvió a resurgir un Ronaldo que había llegado al campeonato en medio de una gran crisis, de la que muchos vaticinaron que no se recuperaría.

Era, además, el Brasil de los Edmilson, Lucio, Roberto Carlos, Emerson, Denilson o Rivaldo y en el que Scolari tuvo los arrestos de dejar en su país a una vaca sagrada como Romario.

La idea de Felipao era la de llevarse a jugadores más jóvenes, rodeados de tres o cuatro grandes estrellas. No quería Scolari en su selección a ningún elemento disgregador. Prefería a hombres dóciles, fáciles de dirigir.

Brasil fue en ese torneo de menos a más y cerró su participación con el título en su poder tras vencer en la final a Alemania 2-0. Y Scolari dejó a hombros la selección.

Lo mismo le sucedió al francés Aimé Jacquet, que se hizo cargo de los «Bleus», después de que éstos fracasasen en su intento de clasificación para el Mundial de Estados Unidos en 1994.

Jacquet hizo entrar en éxtasis a toda una nación en 1998, cuando Francia goleó en la final a Brasil por 3-0. Se había hecho con el cargo de seleccionador en 1994 y en 1996 acudió a la Eurocopa como una de las favoritas al título, aunque se quedó en las semifinales apeada por la República Checa en los penaltis.

Fue el mundial francés de 1998 cuando Jacquet alcanzó la cima. Los franceses no tuvieron mayores problemas para superar la primera fase, arrollando a Sudáfrica (3-0) y Arabia Saudí (4-0) y batiendo también a Dinamarca (2-1).

Se deshicieron de Paraguay en octavos de final gracias a un gol de oro de Laurent Blanc y posteriormente superaron a Italia (0-0, 4-3 en los penaltis) y Croacia (2-1) para vencer (3-0) una gran final contra Brasil. Tras el triunfo, Jacquet se marchó a la Dirección Técnica Nacional, de la que se retiró en 2006.

Luis Aragonés, que cumplirá 70 años el próximo 28 de julio, ha anunciado también su retirada de la «Roja», el próximo lunes. Luis se marchará a Turquía a entrenar al Fenerbahce durante una temporada y Vicente del Bosque le relevará en el cargo al frente de la selección. Si gana a Alemania en la final de la Eurocopa habrá hecho lo mismo que Scolari y Jacquet: marcharse por la puerta grande y dejar el listón muy alto a su sucesor.