Por tierra, mar y aire

El buen tiempo sonrió ayer al Mallorca Surf Action tanto en tiera como en el agua, donde el gran favorecido fueron los participantes y los espectadores. Con el mercurio de los termómetros por las nubes y el viento presentando unas condiciones idóneas en el mar, la cita alcanzó sus mayores cotas de diversión y emoción.

Por fin el viento permitió que se desarrollaran las exhibiciones y las competiciones. Después de que el sábado no se pudieran celebrar todos los eventos previstos, los especialistas llegados a la Isla para la ocasión sacaron a relucir las ganas con las que se habían quedado en la primera jornada del evento y brindaron lo mejor de su repertorio para deleite de todos los presentes.

La afluencia de público superó todas las expectativas en la Platja de Palma. Aficionados y curiosos disfrutaron de una agenda de lujo como espectadores y también como participantes, ya que fueron muchos los que tuvieron la oportunidad de adentrarse en los distintos talleres que dispuso la organización para completar un programa repleto de actividades para todas las edades y gustos. Los deportes urbanos en los que se desafiaron las leyes de la gravedad estuvieron aderezados por conciertos, concursos de belleza y una zona de expositores de empresas especializadas del sector náutico que compartieron protagonismo con el simulador de wakeboard que fue uno de los grandes reclamos.

Sin duda, muchos profesionales de los diferentes deportes programados elevaron el voltaje de las competiciones. Beethoven Pitanga en inline y Yuri Botelho en inline street park. Fueron muchos los nombres de prestigio que se congregaron sobre la arena palmesana, donde los representantes institucionales encabezados por el conseller de Esports, Mateu Cañellas, y el concejal de Esports de Cort, Baldomero Oliver, acompañaron a David Servera de la empresa Eventplus, responsable de la trayectoria al alza que presenta el Mallorca Action.

La organización cumplió con nota y optó por condensar la sesión dominical para que todos pudieran seguir en directo la final de la Eurocopa en un punto neurálgico como la Platja de Palma. Sin duda, los hinchas de ambas selecciones pudieron aprovechar el espectáculo de la cultura playera como anticipo en una atmósfera festiva en la que convivieron en perfecta armonía los amantes de los deportes náuticos y extremos.