Bel Febrer, regidora de Esports, y Pep Veny, presidente de la Associació de Veïns de Manacor, junto a Nadal, a su llegada a Son Sant Joan. Foto: PERE BOTA

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Tolo Jaume

Por fin puede saborear el éxito Rafael Nadal, aunque desde hoy lo puede hacer con la satisfacción de estar descansando tras la exigente quincena que le ha llevado a la conquista de Wimbledon. El número dos del mundo llegó ayer cansado y armado de paciencia ante la enorme expectación mediática que ha generado su último gran logro. Lo hizo sobre las 21.30 en las dependencias de Aviación General de Son Sant Joan tras un maratón aéreo que le ha llevado desde Londres a Stuttgart para posteriormente recalar en Barcelona antes de iniciar su semana escasa de vacaciones en Mallorca. Una semana que el tenista balear arranca con la misma serenidad con la que digiere todos sus éxitos.

Los primeros en recibir al tetracampeón de Roland Garros fueron la regidora de Esports del Ajuntament de Manacor, Bel Febrer, que estuvo acompañada por el presidente de la Associació de Veïns de la capital de Llevant, Pep Veny. Ambos le hicieron entrega de un ramo de flores y de una bandera de Manacor en señal de agradecimiento y reconocimiento antes de que Rafael Nadal, que llegó acompañado por su padre Sebastià, emprendiera el trayecto a su casa.

Haber marcado un nuevo hito en el deporte de la raqueta no alterará a estas alturas el mensaje que transmite cuando analiza sus victorias y menos después de las horas tan intensas que ha soportado sin apenas tiempo para las celebraciones. «Lo estoy viviendo con bastante tranquilidad porque todavía no he tenido mucho tiempo después de todo lo que he tenido que hacer a lo largo del día», comentó a su llegada.

En la misma línea se pronunció cuando se le cuestionó sobre si su triunfo en Wimbledon representa el mejor momento de su vida al considerar que «hay cosas más importantes y no se puede valorar un éxito deportivo como el momento más feliz».

Ahora, después de confirmar que su rodilla está en perfectas condiciones, sólo piensa en aprovechar los pocos días de respiro que le concede el salvaje circuito de la ATP. Pescar, la playa o el golf pueden ser las alternativas para abrir un paréntesis necesario antes de afrontar nuevos retos como la gira estadounidense con el Masters Series de Canadá en el horizonte. Y en el horizonte también se vislumbra la posibilidad de alcanzar la cima del tenis mundial. Para el tetracampeón de Roland Garros el número uno se antoja «difícil, pero no imposible», aunque no quiere adelantar acontecimientos ante la gran oportunidad que representaría el US Open: «Faltan todavía tres torneos muy importantes para llegar al US Open y lo importante es descansar y desconectar para luego poder prepararnos con garantías».

Por su parte, cabe destacar que el resto de la familia Nadal presente en Londres llegó ayer y, entre ellos, Toni Nadal, que se mostró «satisfecho» con la victoria de su discípulo. Una victoria que calificó de «importantísima». La victoria en el All England Club ha permitido al tenista mallorquín aparecer hoy más cerca de Roger Federer en el ránking ATP, pero el preparador del flamante campeón de Wimbledon considera que el número uno «aún está lejos» y subrayó «la importancia que tiene para la sociedad» la buena relación que existe entre Rafael Nadal y Federer.