Rafael Nadal vivió ayer su homenaje en el Ajuntament de Manacor con la satisfacción de recibir el calor de los suyos y anhelando poder descansar antes de luchar «por el pequeño objetivo del número uno», ya que su verdadera meta es «seguir jugando a un nivel similar». «Es con el sentimiento de la gente y con lo contenta que está es con lo que te das cuenta de lo que has conseguido es algo diferente a lo que había logrado», dijo el número dos del mundo.
El tenista mallorquín, que incidió en «el orgullo» que representa para él pertenecer a la capital de Llevant y a unas Islas de las que presume por allí donde va, admitió que, tras conquistar Wimbledon, su único sueño era «volver». Ahora quiere descansar para preparar nuevos desafíos entre los que está sobre todo «trabajar con la misma humildad de siempre».
Las expectativas que ha levantado el triunfo en el All England Club hace que el US Open se vislumbre como una nueva oportunidad para destronar a Roger Federer, pero la filosofía del número dos del mundo de ir paso a paso está más que clara. «El reto no se llama US Open, el reto es seguir jugando a un nivel similar. Hay que intentar jugar a un gran nivel y a partir de ahí juego Toronto y Cincinnati. Si consigo jugar bien ahí, tendré buenas opciones en llegar a número uno, que si se ha convertido en un pequeño objetivo. Luego vienen los Juegos, pero hay tres objetivos antes del US Open».
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