Los jugadores y el cuerpo técnico del Mallorca practicaron ayer 'rafting'.

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Carlos Román|KÖSSEN
Del campo de fútbol a la barca. Los jugadores del Mallorca, su cuerpo técnico e incluso el director deportivo del club, rompieron ayer con la rutina de Kössen y disfrutaron de los momentos más divertidos y excitantes de la concentración. Después de participar en una de las sesiones matinales más duras del stage, la expedición decidió reeditar por la tarde la experiencia de hace dos años y participó en una emocionante sesión de 'rafting' a través de los caudalosos ríos que discurren junto a su cuartel general.

Fue una jornada distinta, encaminada a mejorar el ambiente y la convivencia del grupo y a relajar por unas horas los músculos ahora que el cansancio empieza a ser importante. El objetivo se cubrió al momento. Kössen cuenta con una amplia y variada oferta de deportes de aventura y los jugadores sólo tuvieron que desplazarse un par de kilómetros para subirse a bordo de cuatro embarcaciones neumáticas y recorrer durante media horas las aguas fluviales tirolesas.

Sin embargo, el espectáculo comenzó en tierra. Antes de subirse a las naves, todos los participantes debían equiparse con el material obligatorio (chalecos salvavidas, cascos, remos y trajes y calzado de neopreno), lo que motivó alguna que otra escena desternillante. El gran animador fue sin duda el responsable de seguridad del club, Toni Tatxa, que lució modelito entre las carcajadas de los presentes. Además, los jugadores se hartaron de bromear con sus 'superiores' mientras reclmaban la atención de las cámaras. Una vez preparados, se repartieron en cuatro embarcaciones distintas (tres para los jugadores y una última para el resto) y recibieron todo tipo de instrucciones por parte de los monitores que les acompañaban a bordo. Ya en el agua, empezaron las carreras, los remazos y los salpicones, que ayudarán a digerir mucho mejor las últimas horas del equipo en Austria. Hoy el Mallorca cerrará esta tarde en Mittersill la tanda de amistosos de su pretemporada en Austia. Los de Manzano se miden al Wolfsburgo alemán, quinto clasificado en la pasada edición de la Bundesliga.