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F. Fernández|PEKIN
La natación balear se queda sin argumentos en Pekín. María Fuster y Marco Rivera fueron los últimos en tirarse a la piscina del Cubo de Agua, con un resultado lejos de las previsiones de ambos. En lo que a la nadadora del Palma se refiere, Fuster formaba parte del relevo 4x100 estilos, aspirante a colarse en la final. Junto a la balear, Àngela San Juan, Mireia Belmonte y una Nina Zhivanevskaia que echa el cierre a su carrera deportiva, mostraron un ritmo inferior desde la primera posta. Fuster estuvo a la altura de los esperado, parando el crono en 55.09, demostrando con creces su condición de poseedora de la mejor marca nacional de 100 libres. El tiempo de 4:06.40 no le impidió al cuarteto español acabar en la octava y última posición de su serie, lejos de los Estados Unidos (3:59.15), China (3:59.21) y Japón (3:59.91), que marcaron el ritmo y fueron los únicos capaces de bajar de los cuatro minutos. Tras su concurso en el 4x200 libres y el prematuro adiós al 4x100 estilos, en el que Fuster nadó en la especialidad de libres, la deportista del Club Natación Palma despide su primera participación en unos Juegos Olímpicos con la cuenta pendiente de no haber podido avanzar hacia una de las dos finales que tenía en el horizonte.

Mientras, Marco Rivera saltaba al fin a la piscina principal del Cubo de Agua. Después de ser descartado unilateralmente por el director técnico de la RFEN, Maurizio Coconi, para los 400 libres, al pelirrojo nadador del Santa Olaya le llegó la oportunidad de participar en sus segundos juegos (nadó los 400 libres en Atenas) en los 1.500 metros libres, especialidad de la que es recordman nacional, y en la que quedó encuadrado en la cuarta de las seis series. El objetivo de bajar de los quince minutos tendrá que esperar, ya que Rivera acabó séptimo y último de la tanda, con un crono de 15:18.98. El nadador balear comenzó con mucha fuerza, yendo tercero, pero a partir de los doscientos metros empezó a descender su rendimiento de forma preocupante, cayendo del quinto al séptimo lugar que ocuparía y que, por lo tanto, le impedía meterse en la disputa por las semifinales de los 1.500, poniendo a la par fin a su reducido concurso en Pekín 2008.