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Un año más, y ya van doce, el Mallorca tiene reservada una calle tras la línea de salida. A su lado, los mejores equipos del fútbol español, y por delante, treinta y ocho jornadas cargadas de retos, preocupaciones, alegrías e interrogantes. El equipo balear, que ha tenido que reinventarse durante uno de los veranos más agitados de su historia reciente, aparcará hoy todos los problemas institucionales para volver al césped y dedicarse por completo al balón. A la Liga. La nave que patronea Gregorio Manzano regresa al escenario, y no precisamente a uno cualquiera. Mestalla, la misma plaza que hasta hace sólo unos meses acogía casi todas sus pesadillas, evaluará esta noche el estado de un grupo todavía en fase de formación, aunque también preparado para todo. Y teniendo en cuenta la talla y los rasgos del enemigo, puede pasar cualquier cosa (Mestalla, IB3, 22.00 horas).

El Mallorca volverá a empezar sin apenas recuerdos a los que agarrarse. La reforma de la plantilla ha sido tan profunda que hay más caras nuevas que jugadores procedentes de la travesía anterior, y eso siempre lo complica todo. Sin embargo, ha superado sin muchos problemas el cambio y no parece traumatizado. Al contrario. Ha mantenido en su juego los elementos que le llevaron a pelear por Europa la temporada pasada y ha tuteado a equipos de primera fila. Hoy todo será diferente, pero al menos no ha hecho falta encender las alarmas.

Sea como sea, el Mallorca tendrá que formatear el disco duro antes de pisar la alfombra del antiguo Luis Casanova y archivar todo lo que ha ocurrido en los últimos meses. Entre otras cosas, porque no le servirá de mucho. Ha llegado el momento de mirar al frente y para hacerlo, Manzano concentró ayer a sus mejores hombres en un hotel cercano a la Ciudad de las Artes y las Ciencias de la capital del Turia. A excepción del lesionado Alhassane Keita (padece una sobrecarga) y del renqueante Lionel Scaloni (termina de recuperarse de los problemas que sufrió el curso pasado), el técnico jienense sólo ha dejado en la Isla a Martí Crespí, en otro de esos detalles que pueden resultar muy significativos. El central de Sa Pobla, que hasta hace unos días tenía garantizado un sitio en la primera plantilla, sólo ha tardado una jornada en recibir la primera en la frente. Y su ausencia de la lista podría empujarle a otro destino antes de que el mercado baje la persiana.

Por lo demás, Manzano se ha llevado a Valencia a toda su artillería, entre la que se incluyen sus dos incorporaciones más recientes: Cléber Santana y Aduriz. El delantero vasco podría ser la sorpresa más agradable del primer once del ejercicio y el brasileño apunta al banquillo, aunque su fuerza podría ser muy valiosa a la hora de blindar la zona ancha. En cuanto al resto del campo, la defensa parece cantada (Josemi, Nunes, Ramis y Corrales), pero a partir de la sala de máquinas se abren muchísimas alternativas. Lo que está claro es que Martí llevará el volante con la ayuda de Jurado, Varela y Arango, y que Webó le sacará punta al once.

Morbo añadido
Una de las imágenes más reclamadas de la jornada tendrá como protagonista a Miquel Àngel Moyà. El portero del Mallorca estuvo a unos centímetros de firmar este verano por el Valencia (llegó a pedir públicamente que se le abriera la puerta), pero hoy aparecerá en Mestalla como rojillo. Será un partido muy especial para él. El puesto que debía ocupar está ahora en manos de un prometedor cancerbero brasileño (Renán) y seguro que intentará demostrarle a la secretaría técnica ché que un poco de esfuerzo hubiera valido la pena. En la acera valencianista, en cambio, se ha agotado la semana sin mencionar al Mallorca. Entre la resaca de la Supercopa, la renovación de David Villa, la confección del plantel y el sorteo de la UEFA, los levantinos han obviado por completo el encuentro y éste se les puede volver en contra. De momento, los de Unai Emery necesitan una victoria para darse un respiro y no cargar con un nuevo lastre.

El equipo local llega al encuentro tras la decepción de la derrota del pasado domingo en el Santiago Bernabéu, donde ofreció una imagen lamentable tras caer frente a nueve futbolistas con el Real Madrid. Las dudas, por tanto, se mantienen en el entorno del valencianismo, ya que existe la incógnita de cuál será el equipo que se exponga ante su público.

El Valencia afronta el encuentro con la columna vertebral de la pasada campaña, ya que tan sólo se han incorporado mencionado Renan Brito, procedente del Internacional de Portoalegre y que acaba de obtener la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín, y Pablo Hernández, que ha llegado del Getafe tras agotar su periodo de cesión. Con el futuro de alguno de los integrantes de la plantilla todavía no aclarado, la afición no descubrirá jugadores nuevos en este encuentro, de la misma forma que Emery no ha descubierto la convocatoria, puesto que la hará efectiva horas antes del partido, ya que tiene previsto trabajar esta mañana en las instalaciones de Paterna. En el entrenamiento a puerta cerrada de ayer, los jugadores quedaron divididos en dos equipos, pero la composición de una y otra alineación apenas dio pistas sobre el posible equipo inicial. Decida lo que decida el técnico vasco, sus jugadores cargarán con toda la presión del enfrentamiento y el Mallorca hará todo lo posible por aprovecharlo.