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Santiago Aparicio|MADRID
Una generación de jugadoras distante del relumbrón que antaño despidieron Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez afronta este fin de semana la conquista de una nueva Copa Federación para España, que aliente los nuevos vientos que soplan en el tenis femenino. Anabel Medina y Carla Suárez buscan hoy los primeros puntos individuales en sus respectivos enfrentamientos ante Zvonareva y Kuznetsova, mientras que la mallorquina Nuria Llagostera, que fue clave en el pase a la final ante China, aguardará su oportunidad en la jornada dominical, en la que podría ser la encargada de jugar el dobles junto a Vivi Ruano.

A pesar de la distancia que aleja a las raquetas española de los momentos de enjundia de los grandes torneos del circuito, el conjunto que capitanea Miguel Margets se asoma al éxito en la Copa Federación, la competición por equipos más importante de la temporada. Es la Copa Davis del tenis de mujeres.

Anabel Medina, Nuria Llagostera, Carla Suárez y la veterana Virginia Ruano, que representa el trasvase generacional, juegan contra la principal factoría tenística femenina del mundo y vigente campeona de la competición: Rusia.

El equipo que lidera Shamil Tarpischev acapara la cima del circuito femenino, copa la relación de éxitos de los torneos de las últimas temporadas y proyecta cada año puñados de talentos dispuestos a ejercer el dominio en cada competición.

El historial ruso se reduce a tres Copas Federación. Dos menos que España. Pero la terna de trofeos fue adquirida en los cuatro últimos años. En ninguna coincidió el cuarteto elegido por el capitán.