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F.Fernández Las relaciones entre el Bàsquet Mallorca y el Ajuntament d'Inca atraviesan por el momento más delicado de su historia. El Consistorio encabezado por Pere Rotger, principal soporte y aval del baloncesto inquense a lo largo de la última década "hace unos meses aprobó un aval de 200 mil euros en favor del Inca", se ha sentido despreciado por parte del club y en consecuencia se ha abierto una crisis sin precedentes que tuvo su muestra a escala pública en el primer partido oficial del nuevo Bàsquet Mallorca en el Palau d'Esports, frente al Melilla. La ausencia en el palco de representantes oficiales del ayuntamiento inquer (como muestra la imagen que ilustra esta información) reflejaba la tensión que se respira en el ambiente cuando la temporada apenas acaba de comenzar y tras varios meses plagados de gestiones para mantener vivo el proyecto.

El detonante del desencuentro tiene como escenario el Trofeu Diada de Mallorca, un partido (ante el Real Madrid) de cuya disputa el club no avisó en su momento al Ajuntament, titular del Palau. El día de la contienda, la Plataforma Soterrament Ja!, apoyada por numerosas entidades cívicas de Inca y el grueso de los partidos políticos (PP, PSOE e Independents), instaló una mesa en el recinto para recoger firmas, además de una pancarta con el fin de darse a conocer. El director general de la entidad, Willy Villar, se negó a que esta actividad se desarrollara, y tras discutir aireadamente con un teniente de alcalde del Consistorio inquense, logró su fin.