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Fernando Fernández David Romero y José Luis Blanco dieron acento español al Trofeu Palmanova-Magaluf, segunda prueba puntuable para la general de la Semana Internacional de Másters, que ayer tuvo como epicentro del municipio del Calvià, con las ascensiones a Galilea y el Coll dels Tords como primeras tomas de contacto con la montaña para un grupo que vivió la primera gran criba y empezó a conocer los nombres de los principales candidatos en vistas a conseguir la gloria el próximo viernes. El duodécimo Trofeu Palmanova-Magaluf, patrocinado por el Ajuntament de Calvià, aumentó las expectativas de un pelotón en el que los más fuertes demostraron sus facultades en los albores de una Vuelta a Mallorca que arranca mañana, con Portocolom como epicentro de la primera etapa.

Los primeros en tomar contacto con el accidentado perfil fueron los más veteranos del pelotón. Pasadas las nueve de la mañana, los Másters 50 y 60 abandonaban el Passeig del Mar con Es Capdellà como primera referencia antes de que la carretera se empinara. Por delante, 43'6 kilómetros y las primeras cosas por decidir. Camino de Galilea, el grupo compacto resistía, con Wladimir Gottfried como estilete y la vigilancia de Manfred Boehm y Sergey Fadeev, entre otros, aliñando el primer tramo del día. Fueron dos ciclistas con sed de gloria los que dinamitaron la carrera en su tramo decisivo, acabando con la intentona de nueve valientes que le quisieron dar emoción al desenlace. Camino de Palmanova, con el pelotón fragmentado en mil pedazos, Wladimir Gottfried y José Luis Blanco se lanzaron a por un esprint con el que resarcirse de la plata y el bronce conseguidos en la Copa de Europa. El español fue más rápido y tuvo tiempo de celebrar un triunfo de calidad ante uno de los Másters con más solera del gran grupo, un ex campeón del mundo que era el mejor de su categoría (Másters 55), pero que se quedaba otra vez sin poder subir a lo más alto del cajón, el que ha sido su hábitat a lo largo del último lustro.

Pugna
La lucha por el tercer puesto implicó a los siete que no pudieron soportar el frenético ritmo de Blanco y Gottfried, pero el ruso Sergey Fadeev quiso reivindicarse y ocupar el tercer peldaño del cajón, picando catorce segundos de desventaja sobre los dos grandes protagonistas del día. Desde ese momento, un rosario de ciclistas fue apareciendo por la línea de meta, con Cristóbal Maya como el primer Máster 60, aunque también mereció especial atención la labor de Antoni Mascaró (19º) y Joan Gelabert (20º), que fue el mejor Máster 65, a 1:21 de Blanco y Gottfried.

Tras un breve parón, los Másters 30, 40 y Ciclodeportistas aparecieron en el corte de cinta locos por echar a rodar sobre los 77'1 kilómetros estipulados. El circuito era el mismo que el que afrontaron sus predecesores horas antes, aunque con la salvedad de que se debía ascender por partida doble las dos cotas de montaña, endureciendo más si cabe las cosas el fuerte calor que castigó a los corredores.

No tardó nada Miquel Joan Adrover en mostrar sus cartas. Necesitado de una dosis de moral, el mallorquín lanzó una ofensiva contundente camino de la primera ascensión a Galilea. Su ventaja llegó a ser superior a los treinta segundos respecto a sus perseguidores, que pisaron el acelerador conscientes del cartel de favorito que de cara a la Semana tiene un Adrover motivado de manera especial ante su gente.

Las pendientes empezaron a fraccionar también la carrera, realizándose una selección natural de once ciclistas entre los que brillaba con luz propia un Adrover que parecía perder fuelle con el paso de los kilómetros. Casi un minuto (52 segundos) tenían de margen de maniobra respecto al grupo perseguidor. Los españoles también marcaban la pauta en cabeza, y la mejor muestra la dio David Romero, campeón de Europa de Másters 35, que junto al estadounidense Michael Carter firmó un desenlace similar al de la carrera matinal, en el que el español se mostró más fuerte, más sólido e hizo valer su mayor potencia de pedalada para superar a Carter. Los ciclistas del Cala d'Or Francisco Robles y Juan José Arquero se instalaron en la tercera y la cuarta plaza, respectivamente, dejando ver las intenciones de uno de los equipos llamados a animar la Vuelta a Mallorca, y a la vez precediendo a José David Gómez y Carlos Pacios, que siguieron dando protagonismo a los corredores nacionales en las posiciones de privilegio. Miquel Joan Adrover fue noveno y Sebastià Perelló doudécimo. Romero fue el ganador en Másters 30, mientras que Michael Carter hizo lo propio en Másters 40 y Juan José Arquero acabó coronándose como el mejor Ciclodeportista de un Trofeu Palmanova-Magaluf en el que la emoción volvió a ser la nota predominante, y en el que David Romero y José Luis Blanco presentaron su más firme candidatura a la general de la Semana, con el permiso de Wladimir Gottfried, Sergey Fadeev o Michael Carter, que no renuncian a nada, en especial el alemán, el gran dominador de la Vuelta a Mallorca a lo largo del último lustro, en el que no ha tenido rival en las carreteras de nuestra Isla.

Días decisivos
Tras la disputa de la Copa de Europa y del Trofeu Palmanova-Magaluf, la jornada de descanso sirve de método de recuperación en vistas a la Vuelta a Mallorca, la tercera de las pruebas que completan la Semana Internacional de Másters, que se acerca de manera vertiginosa hacia su ecuador. La primera etapa traslada la actividad el miércoles hasta el municipio de Felanitx, más en concreto hacia Portocolom, con la subida a Ca'n Perdiu (cuarta categoría). El jueves, Cala d'Or acogerá por primera vez este evento en la última jornada en línea, con un perfil llano, antes de la llegada el viernes de la alta montaña. Será en la penúltima etapa, la que tiene Inca como escenario de la salida y la llegada, y al Coll de Femenía como gran obstáculo para los corredores, en un día en el que quedarán muchas cosas decididas antes de la contrarreloj final de la Platja de Palma, en la que quedarán decididos de manera definitiva los nombres de los grandes protagonistas de la entrega de premios, que en esta edición de la Semana Internacional de Másters se trasladará hasta el Palma Aquàrium, una de las últimas firmas que se ha sumado al espectro de patrocinadores institucionales y privados de una prueba que con el paso de sus ediciones sigue creciendo a nivel de participación (400 corredores de 20 países) y aceptación.