El tenista mallorquín muestra el cuadro de cristal que le entregó ayer la ATP. Foto: PAUL HANNA

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Efe/T.J.|MADRID
Rafael Nadal ya puede poner en sus vitrinas el trofeo que le acredita como número uno del mundo en una jornada cargada de emociones para el mallorquín. El Mutua Madrileña Masters Madrid alzó el telón poniéndose a los pies del manacorí, que recibió un trofeo del que se hizo acreedor al alcanzar las semifinales del Masters Series de Cincinnati a finales de julio. En Madrid recibió su corona tras iniciar su reinado de forma oficial el 18 de agosto tras 160 semanas consecutivas como número 2 del mundo (desde el 25 de julio de 2005) y después de llegar al trono del planeta tenis el 18 de agosto, cuando se proclamó campeón olímpico en Pekín.

De manos de Manolo Santana, director del torneo, y ante unos ocho mil aficionados que se congregaron en este recinto para aplaudir a su ídolo, entre ellos los padres de Nadal, su hermana María Isabel, y los miembros de su equipo, Nadal recibió el cuadrado de cristal que le nomina como rey de la clasificación mundial. Faltó a la cita, a pesar de que estaba previsto, el surafricano Etienne de Villiers, presidente de la ATP, por lo que fue Santana el encargado de entregarle el trofeo al jugador español.

Tras un repaso en imágenes a los mejores momentos del año del jugador de Manacor, como fueron las finales de Barcelona, Roma, Hamburgo, Roland Garros, Queens's, Wimbledon, y los Juegos, Nadal señaló: «Es un día muy especial para mí, y para cualquier jugador de tenis. Recibir este trofeo ante mi público y en una pista donde tengo uno de los mejores recuerdos de mi carrera es muy importante para mí». «Se lo agradezco a mi familia a todo mi equipo, y también a vosotros (público) que siempre me habéis tratado muy bien», dijo Nadal que luego, con el trofeo, dio una vuelta al rectángulo.