07/11/08 0:00
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Fernando Fernández El reto no se antoja asequible, pero el Bàsquet Mallorca aterriza en Málaga para dar continuidad a su mejor racha y ampliar su colchón. Frente a los insulares, un debutante con galones de equipo puntero, un Clínicas Rincón Axarquía destinado a foguear a futuros talentos para el Unicaja, y que en poco más de un mes de competición se ha encargado de advertir que su papel en la LEB Oro no va a ser de mero testigo. Los andaluces acumulan cuatro victorias (4-3) que les colocan en el vagón de cabeza.

Calidad le sobra al grupo de Paco Aurioles. Con Prestes y Faverani como amenazas en la pintura y Williams y Chylinski con la muñeca caliente, el Clínicas Rincón está dispuesto a ponerles las cosas difíciles a Xavi Sastre y los suyos sobre el parqué del pabellón Torre de Benagalbón (21 horas).

La dificultad es mayor si se añade al hándicap del adversario la baja de Joan Riera. El base titular, líder del Bàsquet Mallorca y MVP de la jornada semanas atrás sufre una microrotura en el abductor derecho, con hematoma, provocada tras una caída en el Palau d'Esports como consecuencia de una gotera en el centro de la pista.

Si Biviá está llamado a tener un papel protagonista, no será menor la trascendencia de los números de la pareja interior. Keep y Blair tendrán trabajo para detener a Vítor Faverani, Paulao Prestes o Mike Williams, puntales del Clínicas Rincón Axarquía, que recuperó sus mejores sensaciones el pasado fin de semana en la cancha del Cáceres (86-94), escenario en el que Williams se salió (27 puntos y 4 rebotes).

No es menos ilusionante la trayectoria reciente del Bàsquet Mallorca. El momento más dulce del cinco naranja, con dos victorias consecutivas (Gandía e Illescas) han invertido la dinámica de un equipo castigado por el calendario en los primeros compases del curso, pero que ante rivales de su altura ha demostrado que puede hacer cosas importantes y competir en igualdad de condiciones. Eso sí, la cuarta victoria se plantea como un desafío de altos vuelos y daría una dosis extra de moral a un Bàsquet Mallorca que quiere seguir creciendo en una exigente liga.