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El Mallorca conoce perfectamente la trampa a la que se enfrenta esta tarde. Después de trastabillar en dos ocasiones con una piedra casi idéntica y de reducir varias marchas al divisar a un enemigo en apuros, la tropa de Manzano ya ha agotado los fondos de esa partida que suele destinar a cubrir imprevistos. Los fracasos que escenificó en su día frente a Sporting y Betis (ambos retaron a los baleares desde el último vagón de la Liga) erosionaron el aspecto del vestuario y provocaron una serie de heridas que no acaban de cicatrizar. Hoy, en medio de una incómoda situación institucional y a las puertas de una semana decisiva, el calendario plantea otro examen de las mismas características, endurecido ahora por la historia del rival en cuestión. En este caso, el elegido es la versión más desconocida del Athletic, un equipo habituado a las alturas que ha tenido que aplicarse las pinturas de guerra para escapar de las arenas movedizas del campeonato. Su estado de salud es tan delicado, que desembarcará en Son Moix con la intención de jugar la primera final de la temporada (ONO Estadi, PPV, 17.00 horas).

Si en el bando vizcaíno los problemas empiezan a amontonarse, entre los isleños la tranquilidad tampoco es absoluta. El equipo funciona a ráfagas, combina brillos y sombras, y viene de encajar un codazo que ha devuelto a la actualidad sus problemas más tóxicos: falta de consistencia defensiva y poca puntería en ataque. Para subsanarlo y reservar un asiento en la mitad superior de la clasificación, Manzano tendrá que maquillar el once que se marchó zarandeado del Calderón y apretar algunas tuercas. El cambio más destacado de los que se intuyen es el regreso de Jose Carlos Nunes al meollo de la defensa, donde compartiría trabajo con Iván Ramis. El portugués, tras una actuación extrañamente floja ante el Betis, ha pasado las dos últimas jornadas en el banquillo, aunque el Mallorca le necesita para reestablecer la confianza en su propia área. Si su retorno cobra forma, el damnificado podría ser David Navarro, que seguramente volvería a la acción en el encuentro de Copa del miércoles.

Un par de metros por detrás, ya se ha confirmado totalmente la primera permuta, que obligará a Germán Lux a estrenarse como titular esta temporada. Los problemas físicos que padece Miquel Àngel Moyà (una sobrecarga en el muslo, unida a una contusión en la rodilla derecha), que ya le impidieron jugar los noventa minutos en la ribera del Manzanares, le han concedido el testigo a su compañero argentino, que está ansioso por aprovechar la ocasión que se le presenta. Si lo consigue, el problema sería después para Manzano, que tendría que optar por una opción u otra en los próximos compromisos.

Las variaciones salpicarán además al centro del campo. Jurado y Cléber Santana están de nuevo entre los convocados (se perdieron la jornada anterior por una cláusula impuesta por el Atlético), aunque la buena actuación de Mario en el Calderón podría cerrarle las puertas del once a alguno de ellos. Y según lo visto últimamente, el que peor lo tiene es el brasileño, ya que la clarividencia de Jurado parece vital para el buen funcionamiento del grupo. Fernando Varela y Juan Arango seguirán siendo los inquilinos de los flancos.

Aritz Aduriz, que durante la semana ha absorbido casi todo el protagonismo del partido, condimentará el choque con su presencia en el ataque bermellón. Los números le respaldan.