Gregorio Manzano dirige a sus futbolistas en el entrenamiento de ayer en la ciudad deportiva de Son Bibiloni. g Fotos: MONSERRAT

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Miquel Alzamora Si se juega como se entrena, el Real Mallorca debería mañana ganar al Málaga. Si la intensidad exhibida en los entrenamientos se traslasa al césped de Son Moix, los tres puntos en juego frente al conjunto andaluz no pueden escaparse. Es lo que espera Manzano, también la afición, el entorno incluso, pero el equipo todavía no ha sido capaz de ganarse la confianza que exige. Eso se gana en el campo, de forma regular y en fútbol las derrotas escuecen mucho más que el éxtasis de las victorias. Scaloni habló muy claro esta semana y ayer Manzano vino a decir más o menos lo mismo, pero quitando hierro a una situación que no puede alargarse más en el tiempo. Dio a entender el técnico de Jaén, al igual que hizo su pupilo italoargentino, que las excusas deben haberse acabado. «Hay que hacer borrón y cuenta nueva», dijo, pero negó que la bajada de tensión que el equipo experimenta de forma excesivamente reiterada se deba a una posible falta de compromiso.

«El fútbol cambia -explicó Manzano- todos los partidos son distintos unos de otros y no es ni falta de compromiso ni nada de esto. Es un deporte y es un juego y en este deporte hay factores que influyen en un resultado final y luego todo esto se traslada durante toda la semana donde se sacan conclusiones de algo que es un juego y unas veces éste te viene de cara y otras de espalda», manifestó.

«Cuando no nos salen las cosas bien, no hay que buscar excusas baratas y sí analizar qué podemos hacerl mejor. Esto quiere decir que no estamos conformes con nosotros mismos y así lo manifestamos -refiriéndose a las declaraciones de Scaloni-. No buscamos paños calientes cuando las cosas son como son», declaró. Fruto de los puntos que con el paso de la semanas se han dejado escapar, el técnico reconoció que los encuentros que llegan ahora son «finales», entre otras cosas porque tras esta corta fase de la temporada, llegará el enfrentamiento consecutivo con los grandes de la Liga. «Hay que jugar con intensidad máxima y afrontar el partido ante el Málaga como si fuera una final. Casi todos los partidos son finales, incluso diría que los 38 en total», declaró.

«Los tres puntos son importantes como lo eran el día de Almería. En esa zona de la tabla, en la Liga B, -así la calificó Manzano- todo está muy comprimido, entonces si ganamos nos ponemos en la zona media alta de la clasificación y son tres puntos importantes ya que ahora estamos cerca de la zona baja. Hay que pensar en ganar, seguir marcándonos los objetivos paso a paso y mirar hacia arriba. Ese es el pensamiento que debemos tener y así hay que salir al campo», manifestó el entrenador del Mallorca.