Los focos ya se han apagado en el pabellón Islas Malvinas de Mar del Plata. El año se dispone a bajar el telón. El cava ha corrido en la ciudad argentina en el enésimo brindis que ha provocado el deporte español en un año cargado de éxitos y en el que la Ensaladera viaja a Madrid para rubricar un ejercicio de ensueño en el que la raqueta ha sido una de las grandes protagonistas.
Por tercera vez la Copa Davis va a parar a las vitrinas de la Real Federación Española de Tenis (RFET) y por tercera vez lo hace coincidiendo con un año olímpico. El ciclo se cumple como también se cumple el del capitán Emilio Sánchez Vicario, que dejará el puesto una vez que cumpla con todos los fastos.
La Ensaladera culmina un ejercicio imborrable para el tenis español, que tiene el nombre propio de Rafael Nadal asociado a sus logros y a los momentos culminantes del curso en el deporte en general. La conquista de su cuarto Roland Garros, Wimbledon, el oro olímpico y la consecución del número uno del mundo se unen a su papel determinante en el equipo español que ahora puede presumir de Copa Davis. No en vano el manacorí ha liderado a la Armada y marcó las diferencias en las semifinales ante Estados Unidos en Madrid.
La huella de Nadal aparece hasta en cuatro de los grandes hitos que han marcado el curso en su año ha sido casi perfecto. Sólo la lesión sufrida en el Masters Series de París-Bercy que le ha impedido tomar parte del Masters de Shanghai y la final de la Copa Davis han impedido quitar el casi. Los logros del manacorí han dado más lustre al curso en el que el pelotón español se reivindicó con la triple corona y con la cosecha de Pekín y en el que Pau Gasol pujó por el anillo de la NBA o la selección española conquistó la Eurocopa.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.