TW
0

Albert Orfila / Carlos Montes de Oca

Mateo Alemany Font. Es el nombre elegido por Vicenç Grande para que le releve en el cargo y asuma la presidencia el Real Mallorca. El que fuera presidente del club durante un lustro (2000-05) medita la propuesta realizada por el actual propietario de la SAD balear, que tiene previsto marcharse el próximo viernes. Alemany, que se muestra dubitativo y está analizando al detalle las ventajas y los inconvenientes que conlleva su decisión, sólo aceptará la oferta si el máximo accionista le garantiza el poder absoluto, por escrito, para maniobrar con absoluta independencia. Quiere disponer de la máxima autonomía.

Además, Grande debería sindicarle las acciones a Alemany, que de esta forman obtendría el control total de la sociedad. En cualquier caso, el acuerdo sería sólo hasta final de la presente temporada.

El abogado mallorquín debe contestar a la propuesta en las próximas horas, previsiblemente antes del viernes. Los administradores concursales y el juez Víctor Fernández han dado luz verde a una operación que supondría una notable inyección a la maltrecha moral mallorquinista. Está en manos de Alemany.

Ante las dudas que ofrece la venta del club -Shepherd está analizando las cuentas para presentar una oferta, que se antoja simbólica- Grande ha optado por recurrir al plan B. Tal y como publicó Ultima Hora el pasado 9 de diciembre, el presidente del Real Mallorca ha decidido aplicar el modelo de gestión que implantó el Grupo Zeta en la SAD balear: dimitir y entregar la gestión del club a un presidente profesional.

El primer paso, ceder el bastón de mando de la propiedad, ya tiene fecha de caducidad. Grande presentará su renuncia pasado mañana viernes coincidiendo con la celebración de la Junta General de Accionistas. Es una decisión irrevocable. Para cumplir con el segundo precepto ha escogido a Mateo Alemany. Y no ha sido por una inspiración divina. De hecho, el nombre del ex presidente figura desde hace varias semanas en la agenda del máximo accionista de la entidad. Grande considera el fichaje de Alemany como la mejor solución posible. Curiosamente, el promotor inmobiliario tomó el testigo del abogado andritxol en el verano de 2005, cuando se convirtió en el máximo accionista de la SAD.

Alemany y Grande han mantenido varias conversaciones en los últimos días. El ex presidente ha puesto sobre la mesa una serie de condiciones para asumir el cargo y, de momento, el actual propietario de la SAD se muestra de acuerdo con las peticiones.

Si Alemany acepta la propuesta realizada por Vicenç Grande y regresa a dirigir los destinos de la entidad tres años después, el abogado mallorquín tendrá que reorganizar el club. Para ello, piensa rodearse del núcleo que formó su antiguo grupo de colaboradores, entre los que destaca Pere Terrassa, ex director de Gestión de la entidad y actualmente director gerente de IB3 Televisió.

La intención de Vicenç Grande es llegar a la Junta General de Accionistas del viernes con una solución. Para bien. O para mal. Y está acelerando las gestiones para cerrar a su sustituto en las próximas horas. En caso de que Alemany rechazara la propuesta -anoche era la opción que cobraba más fuerza-, el máximo accionista de la entidad deberá mover pieza y recurrir a otro gestor profesional.

El presidente baraja una opción B si su primer candidato dice que no, aunque todavía no ha tomado ninguna decisión al respecto.

El todavía máximo responsable de la entidad no quiere ninguna marioneta. Su principal objetivo es incorporar a un ejecutivo con un perfil muy concreto. Que reúne Mateo Alemany. El ex presidente es el tipo con experiencia en el fútbol profesional y es capaz de aplicar la terapia de choque que requiere la actual situación de crisis por la que atraviesa la entidad, tanto desde el punto de vista institucional como deportivo.