La buena noticia es que ni la lluvia le quitó las ganas a la gente de salir a la calle y participar en las fiestas de Sant Sebastià. La mala es que la oferta musical se obstina en devolver a la vida a grupos que, incluso hace diez años, ya los teníamos muy vistos, pero después de lo de esa Electric Light Orchestra que no era, ya podemos esperar casi cualquier cosa. Este año teníamos a Los Manolos, OBK, Lax'n'Busto y Revolver. Bienvenidos a 1995.
Pero ni eso pudo con una Revetla que es más la gente que lo que hay sobre el escenario, donde el centro gravitatorio son los foguerons, y luego ya se verá, aunque este año las longanizas se mojaran un poco, porque cuando Tequila inauguró la fiesta en la Plaça Joan Carles I, la lluvia ya estaba allí para recibirlos.
Alejo Estivel, Ariel Roth y compañía siguen en forma. Es lo contrario a perpetuarse porque sí. Ofrecen la oportunidad a una generación que no pudo disfrutarlos en vivo de ver en acción a una banda que tuvo una gran influencia en lo que vino después. Pero a partir de allí venía la confusión: algunas plazas, como Santa Eulàlia, Sant Francesc y la de Espanya mantenían cierta coherencia, pero en el resto se mezclaban todo tipo de estilos e incluso se rompió con la tradición de hacer tocar el cabeza de cartel el último, lo que provocaba que a la una y media de la noche aún hubiera gente buscando la Plaça de la Reina para ver a una Rosario Flores que ya debía de estar calentita en el hotel.
En Sant Francesc lo bueno empezó con La Vereda, que le pusieron el listón alto a La Troba Kung Fú con un arsenal de rumbas que se sabía al dedillo el público. Eso es fiesta y el consuelo, un año más, vino de la mano de los que jugaban en casa, a pesar de que Cort programe a los grupos de aquí en horas que poco favor suponen, como hizo con Dead Men Alive y los Grollers de Sa Factoria.
Al menos Fora des Sembrat pudieron despedirse de su público, otra vez, en el mejor momento de la noche.
Sí siguió una progresión lógica el concierto de los 40 Principales en la Plaça d'Espanya, que debía terminar por todo lo alto con una de esas buenas canciones que vamos a acabar odiando por saturación. Lo que sucedió es que Nena Daconte decidieron tocar Tenía tanto que darte de entrada y a partir de allí muchos dieron la misión por cumplida, que hacía frío y quien más quien menos ya iba calado hasta los huesos, aunque la lluvia hubiera dado una tregua.
En total, habían salido a la calle cerca de 76.000 personas (38.000 calculando sólo las que se concentraban en las plazas a la hora de máxima afluencia) y según la Policía Local no hubo incidentes. Sant Sebastià 2009 no pasará a la historia, ni para lo bueno ni para lo malo. Dejémoslo en empate.
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