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C.M.O.|PAMPLONA
Gregorio Manzano comentó al término del partido que las numerosas circunstancias que rodearon al encuentro condicionaron el desarrollo del encuentro. «Se dieron demasiadas circunstancias en un partido donde había mucho en juego. En la segunda parte ha sido un partido de poder a poder, donde nos hemos encontrado en pocos instantes con dos jugadores menos. Lo intentamos, pero no pudo ser. Al final si hubiéramos conseguido el empate a nadie le hubiera extrañado porque el esfuezo ha sido muy parejo», manifestó el andaluz.

Respecto al sistema de juego empleado ayer, con un 'trivote' y un punta, Manzano defendió su elección de la siguiente manera. «Situé un planteamiento con dos hombres ofensivos por las bandas con el fin de reforzar el medio campo para adueñarnos de las segundas jugadas en el centro. Pero el partido se abrió muy rápido y Osasuna empujó mucho y bien, sin aparente peligro porque entre los tres palos han disparado en tres ocasiones. Había lucha y mucho contacto y a partir del minuto 20 empezamos a dominar. Lo intentamos, pero no terminamos ninguna de las jugadas. Ha sido un encuentro de muy de lucha», subrayó.

El jienense dijo sentirse satisfecho por la actitud del grupo. «Dentro de que no hemos sumado ningún punto, habría que valorar la actitud del equipo, la manera de sobreponerse a todas las adversidades y sobre todo la entrega y la lucha desde el primer minuto. No hemos tenido premio pero no me voy descontento del trabajo realizado por los jugadores. El equipo ha dado la cara, pero no hemos tenido suerte», declaró. Sobre si el ambiente en el campo y las numerosas quejas de Osasuna contra los árbitros pudieron influir en las decisiones de González Vázquez, Manzano apuntó: «No valoro esta situación, habrá que preguntárselo al árbitro si sus decisiones han sido llevadas por la presión. Pienso que algunas tarjetas han sido mal repartidas, pero es una opinión muy personal. Pienso que la jugada de David Navarro puede ser motivo de tarjeta si va con la pierna levantada. Ha sido una jugada violenta pero sin la intención de hacer daño, ha resbalado y ha ido a por el balón. A Aduriz le han hecho varias y no ha pasado nada, pero la presión en una banda ahí sí la recibe el árbiro. No hay que darle más vueltas, no hemos perdido por el árbitro, hemos perdido porque no fuimos capaces de marcar. No sabemos qué hubiera pasado jugando once contra once», comentó.

El andaluz recordó que el empate no hubiera sido un resultado extraño. «Al final si hubiéramos empatado no hubiera sido una sorpresa. El público se temía lo peor y pedía el final. Tuvimos mala fortuna en dos remates de Webó, son de esos días en los que la fortuna no nos ha sonreído. Nos quedamos con dos jugadores menos para el próximo partido y tenemos en menos de 72 horas Copa y luego otro partido muy importante en Liga ante el Deportivo», recordó el entrenador del Mallorca.