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José Anselmo Moreno|VALLADOLID
El Málaga rentabilizó su buena primera parte y dos ráfagas de calidad para doblegar a un Real Valladolid que reaccionó tras el descanso pero que, sin embargo, no pudo dar réplica a «la revelación» de la Liga que dejó en Zorrilla sensaciones de conjunto serio y bien armado.

El partido comenzó con un Málaga acoplado y solvente ante un rival descentrado y sin ideas. Un gol de Albert Luque, tras una jugada individual, reflejó en el marcador el buen comienzo malaguista y el aturdimiento local.

Más tarde, un inocente penalti de Iñaki Bea sobre Eliseu propició el 0-2, después de una lanzamiento rotundo de Antonio Galdeano «Apoño» desde los once metros. Mucho tenía que remar ya el Valladolid para equilibrar la balanza, pero el equipo de Mendilibar juega mejor esta temporada contra el marcador que a favor «de obra».

Pasaban los minutos y el 0-2 era una losa para los locales, aunque de nuevo el sueco Goitom, que ayer era «espiado» en Zorrilla por periodistas de su país, apareció para certificar el 1-2 y dar vida a su equipo. Un gol de Nacho, con el Valladolid volcado, supuso el 1-3 definitivo.