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Fernando Fernández La permanencia pasa por el Palau, y eso lo sabe un Bàsquet Mallorca que esta noche (21 horas) puede dar un paso de gigante. El paso del Gandía por la capital de es Raiguer puede despejar muchas incógnitas. Eternamente apostados en plazas de descenso, los de Pepe Rodríguez (5-17) persiguen su tercera victoria consecutiva para mantener opciones de supervivencia y descolgar al Illescas -próximo rival del Mallorca-. No es el Gandía el equipo de la primera vuelta (91-100). Mike Higgins y compañía han dotado de una nueva fisonomía a los levantinos, que se amparan en el talento del incombustible Víctor Luengo y las tablas de Morley, Brown e Ibarra y el poderío de Robinson para asomar la cabeza. Illescas y Axarquía han conocido de buena mano la nueva versión del Gandía, que se la juega en Inca. Con Pampín y Tiedeman entre algodones, el perímetro y Blair son las armas más solventes de un Mallorca que apela a la implicación del vestuario. Pese a ello, Xavi Sastre se muestra preocupado y pide máxima concentración. «Me gustaría que mis jugadores fueran conscientes de lo importante que es el partido. No lo son y me preocupa porque creen que porque el Gandía es penúltimo son peores, y no es cierto", aseveró el técnico, para quien «si no nos mentalizamos tendremos problemas. Los jugadores no le dan la importancia que este partido requiere y eso me molesta», finalizó el preparador del Bàsquet Mallorca.