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Efe|MADRID
El Atlético de Madrid aceleró en su persecución de los puestos de Liga de Campeones con una remontada épica frente al Villarreal (3-2), al que levantó un 0-2 en contra con merecimiento y con dos goles en los últimos diez minutos, pese a la genial actuación del portero Diego López. El equipo amarillo ya jugaba con diez cuando llegaron esos dos tantos, por la expulsión por doble amarilla de Javi Venta, pero el conjunto madrileño ya se había hecho acreedor de la victoria mucho antes, incluso cuando el marcador reflejaba un 0-2. Y, como hace dos jornadas contra el Barcelona, lo consiguió a golpe de remontada.

No le faltaba puntería, ni mucho menos, al equipo amarillo. Ni siquiera tardó seis minutos del segundo tiempo en confirmarlo. Le bastó una pared entre Rossi y Cani, culminada en gol con calidad por este último, para desarmar la zaga rojiblanca y situar un 0-2 en el marcador tan inmerecido como desalentador para la grada atlética.

Ahí empezó el asedio sobre el área del Villarreal. El terreno de juego se redujo entonces al campo visitante, donde se reclamó un posible penalti a Agüero y donde apareció de nuevo salvador Diego López, en un cabezazo del holandés Heitinga y en un disparo ajustado del argentino Ever Banega, que entró en lugar de Paulo Assuncao.

Y remontó el Atlético. Lo merecía por su despliegue ofensivo, por su superioridad y por sus ocasiones. Primero Forlán batió a Diego López, tras un pase atrás de Maxi Rodríguez (2-2, m. 80) y, tres minutos después, Antonio López desató la euforia del Calderón con un cabezazo. El 3-2 y una recompensa justa para la ambición rojiblanca, que volvió a hallar recompensa en el tramo final de un partido eléctrico.