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Miquel Alzamora El Real Mallorca afronta las últimas diez jornadas de Liga con la serenidad que da el saber que resolviendo cuatro de los cinco partidos que le restan por disputar en Son Moix, tendrá la permanencia asegurada. El camino se allana y el objetivo de seguir en la máxima categoría del fútbol español se ve más como una realiadad palpable que no como una quimera, como cuando finalizó la primera vuelta del campeonato.

Si bien los 41 ó 42 puntos garantizan la permanencia, es mejor no tentar a la suerte ya que la temporada pasada el Zaragoza descendió con 42 y en la campaña 99/00 el Betis también descendió al infierno con idéntica puntuación. Sin embargo, es habitual que con esta puntuación se certifique la permanencia por lo que el Mallorca, con tres victorias y un empate tendría suficiente para sellar la permanencia. Actualmente los de Gregorio Manzano han superado la barrera de los 30 puntos y se sitúan ya con 32. Tres victorias más y un empate resolverían el objetivo definitivo, aunque lo más probable es que el conjunto balear logre una puntuación muy superior a ésta.

El nivel de juego, que sigue en alza cada partido, la capacidad de sacar los encuentros adelante y las dudas que invaden a muchos equipos en esta fase de la temporada, vaticina un buen futuro al once isleño. El único escollo en casa tiene un nombre propio, el del FC Barcelona. El conjunto de Pep Guardiola visitará el ONO Estadi en la jornada 36. Antes pasarán por Palma Almería, Real Valladolid y Getafe, mientras que cerrará la Liga en Ciutat el Villarreal. El fútbol no es una ciencia exacta nunca, pero el nivel que está ofreciendo hoy el grupo balear está por encima del que exhiben los rivales de media tabla que tienen que visitar el estadio mallorquinista.

Lejos de Palma el calendario es exigente porque los rivales están inmersos, al igual que el Mallorca, en plena lucha para lograr sus objetivos. Dos se juegan evitar el descenso; Athletic Club y Recreativo. Málaga y Sevilla buscan europa y el Real Madrid, al menos hoy, está persiguiendo al Barça y no tiene garantizada la segunda posición en la clasificación. Ante esta tesitura, lograr puntos fuera no será fácil, aunque el Mallorca ha demostrado en esta fase de la temporada que se mueve bien ante equipos histéricos. En Soria debía ganarse y se ganó y ante el Espanyol no se regresó de vacío. Puntuar será difícil, pero no imposible y el Mallorca en estos momentos da la cara y con más o menos brilantez futbolística saca los partidos adelante.

En estos momentos el grupo de Manzano encadena ya siete partidos sin perder, circunstancia que le ha permitido tomar impulso en la clasificación, situarse en decimosegunda posición y aumentar la confianza. Los baleares están recuperando a pasos agigantados el tiempo perdido, encuentran la senda de los resultados y el entrenador además ha conseguido construir un perfil de equipo que acompaña el criterio futbolístico con los resultados.

El parón en la competición puede ser bueno en lo mental, pero malo en lo práctico porque corta en seco una trayectoria muy positiva en lo referente a los resultados. Ante el Ahtletic en San Mamés no será un choque fácil, pero pocas veces se visita la 'Catedral' con cierta tranquilidad, la que dan los resultados.