Jorge Lorenzo posa para una de las imágenes de su web. Su mirada delata su ambición.g Foto: WWW.LORENZO99.COM

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Fernando Fernández «Directo a una nueva era». El titular de la presentación de la nueva página web oficial de Jorge Lorenzo (www.lorenzo99.com) deja claro el estado de ánimo del piloto mallorquín del Fiat Yamaha. El bicampeón del mundo brinda sentencias que destilan ambición y permiten intuir que muchas cosas han cambiado en el deportista, la persona y su propio entorno. «Las cosas no cambian; cambiamos nosotros», se recuerda tirando de la sentencia de Henry David Thoreau. Una de las más llamativas es la pronunciada en su día por Muhammad Alí: «Vuelo como una mariposa y pico como una avispa». La temporada 2009 calienta motores. De hecho, Jerez alberga este fin de semana el Gran Premio Cero, de cara al que el balear avisa: «La gloria es para los elegidos y los valientes. Yo he elegido ser valiente». Queda claro el catálogo de intenciones del mejor motociclista mallorquín de todos los tiempos, que pretende dar un paso al frente y luchar de lleno por la corona que defiende su compañero de equipo -que no de box-, Valentino Rossi. La primera cita será el 12 de abril, en un circuito de Losail que siempre se le ha dado bien. La 'pole' y el segundo lugar en su puesta de largo, y los espectaculares cronos en los entrenamientos invernales, son su principal carta de presentación. Motegi ejercerá de puente antes del aterrizaje del Mundial de MotoGP en Jerez (3 de mayo).

La vida de Jorge ha variado. Mucho y para bien. De la misma manera lo ha hecho su manera de preparar el reto del Mundial. Más relajado, próximo y consciente de que 2009 puede ser su año, días atrás se le podía ver a los mandos de un kart, un complemento útil para su preparación física y técnica. «La idea básica es intentar divertirse y trabajar la mente, los reflejos, la concentración y la técnica. Cuantas más actividades hagamos, más concentrado estaré, y más completo puedo llegar a ser para pilotar una MotoGP», explicaba el portador del número 99 en el carenado de su Yamaha M1, quien recuerda que «los pilotos no tenemos la oportunidad de entrenar cada día, como los futbolistas que diariamente 'tocan' pelota. Nosotros debemos recurrir a otras especialidades, otras disciplinas relacionadas pero que no son lo mismo», proseguía el piloto más joven en debutar en el Mundial y todo un ejemplo de precocidad sobre dos ruedas, cuya madurez queda patente en su pilotaje y su forma de actuar dentro y fuera del asfalto.

La reorientación de su carrera va estrechamente relacionada al adiós de Dani Amatriaín y el abanico pluridisciplinar que maneja Jorge. «Hemos cambiado el estilo de entrenamiento, el físico y con la moto. Hasta el año pasado me centraba más en el gimnasio, haciendo pesas, estiramientos, abdominales... Ahora añadimos dirt track (con la Yamaha DTR), fútbol, pilates, thai boxing y algo de relajación», enumeraba el 99, que resume su nueva filosofía diciendo que «hacer deporte, conjuntamente con tus amigos, es ideal para soltar adrenalina y pasártelo bien». Y es que la versión renovada de Jorge Lorenzo promete, y mucho.