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Javier García-Ochoa |MELBOURNE
El alemán Nico Rosberg (Williams-Toyota) fue el más rápido en la primera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Australia, en la que los coches objeto de reclamación por sus difusores coparon las primeras posiciones y los equipados con el KERS están de la mitad para abajo, con Fernando Alonso en duodécima posición.

Que los difusores de Williams, Brawn y Toyota, ante los que se presentó una reclamación rechazada posteriormente por los comisarios, dan alguna ventaja lo demuestra el hecho de que ayer ocuparan los primeros puestos y tan sólo el Red Bull-Renault, uno de los reclamantes, del australiano Mark Webber lograba situarse entre ellos.

Rosberg dominó las dos sesiones libres con autoridad, cuando se esperaba que fueran los Brawn GP los más rápidos, como lo habían sido durante las pruebas invernales, pero el brasileño Rubens Barrichello fue segundo a una décima del alemán.

El italiano Jarno Trulli situaba su Toyota en tercera posición y se perfila como un serio aspirante al primer puesto de la formación de salida, ya que es un experto en lograr un buen tiempo en una sola vuelta.

Fernando Alonso se tuvo que conformar con la duodécima posición, el coche no iba tan bien como esperaba y como había ido en los entrenamientos invernales, pero eso les ocurrió también a los Ferrari, que le precedieron con el brasileño Felipe Massa a 168 milésimas de segundo y el finlandés Kimi Raikkonen a tan solo 28.

Massa, décimo, fue el primer coche equipado con el KERS, acumulador de energía cinética, que proporciona una potencia extra de 80 caballos durante 6.6 segundos por vuelta, pero cuyo peso, cercano a los 50 kilogramos, penaliza la estabilidad de los coches ya que no se puede colocar como con los lastres en el sitio mas conveniente y eleva el centro de gravedad.

Alonso espera mejorar el coche para la sesión de clasificación de esta mañana, en la que confía en conseguir un puesto entre el sexto y el octavo que le permita poder luchar por el podio, porque la victoria, tras lo visto ayer, se antoja difícil, aunque el circuito de Albert Park, escenario de la carrera, es muy propicio para las sorpresas.

La nueva reglamentación, en teoría para aumentar el espectáculo, vuelve a mostrarse como un fiasco, ya que por la mañana, en la primera sesión libre, en la primera hora no salió nadie a la pista y luego lo hizo el suizo Sebastien Buemi (Toro Rosso-Ferrari), único debutante esta temporada, que tenía la necesidad de aprenderse el circuito.

También se confirmó ayer que los Mclaren MP4/24 Mercedes no son nada rápidos y la casa británica deberá buscar urgentemente una solución, porque el campeón del mundo, el británico Lewis Hamilton, fue antepenúltimo, con su compañero de equipo, el finlandés Heikki Kovalainen, delante a un segundo y siete décimas del más rápido.