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C.Román / M.Alzamora Gregorio Manzano también apuesta por un campo de fútbol sin pistas de atletismo. El entrenador del Real Mallorca se une de esta manera al proyecto del presidente del club, Mateu Alemany, y por consiguiente al deseo de la gran masa social rojinegra, que está ansiosa por ver a su equipo entre las sensaciones que se viven en un recinto donde las gradas estén mucho más próximas al césped. En una rueda de prensa tranquila y reflexiva al no haber partido en fin de semana, el técnico dijo también que cada viernes el cuerpo técnico acude al monasterio de Lluc para pedir a la virgen que les ayude en el objetivo de la permanencia, un reto que está mucho más cerca desde que el equipo arrancó la segunda vuelta del campeonato.

Entre proyectos de futuro y rezos transcurrió la conferencia de prensa de Gregorio Manzano, que espera que en breve el equipo esté más arropado desde la grada al desaparecer la distancia que separa el campo de las tribunas por culpa de una pista de atletismo que no se utiliza. «Sería un buen regalo para nosotros y es uno de nuestros deseos desde hace tiempo. Se trata de tener un campo de fútbol en lugar de un estadio», manifestó Manzano. «Un ambiente cercano no hace daño a nadie porque el calor del público da más intensidad a los partidos. Con la frialdad que hemos tenido hasta ahora, la permanencia es más que un mérito», reflexionó el entrenador del Mallorca. «Sería uno de los deseos que vengo manifestando durante mucho tiempo en Mallorca, para que sea una garantía de éxito y de permanencia en Primera durante muchos años. No sabemos todavía cómo terminará el Espanyol la temporada, pero seríamos de los pocos equipos que con esta distancia, pistas y frialdad, conseguiríamos la permanencia y esto sería más que un mérito», insistía.

Tal vez un rezo a la 'Verge de Lluc' no estaría de más en la lucha por tener un verdadero campo de fútbol. Manzano desveló que es casi una costumbre subir cada viernes al monasterio. «El cuerpo técnico vamos a Lluc todos los viernes a ver a la virgen y a compartir un día de convivencia. Ya llevamos haciendo actos de ruego y algo llevaremos ganadoÂ…», explicaba el de Bailén.

Gregorio Manzano tampoco ha querido dejar pasar por alto la ocasión de explicar el cambio que se ha producido en su equipo en los últimos meses para que se revirtiera de esta forma tan espectacular la campaña realizada en el primer tramo. «El equipo ha encontrado la compenetración en todas sus líneas, ha habido un aumento del nivel en el rendimiento, ha incidido el factor suerte y el equipo ha trabajado más junto tanto en ataque como en defensa. Hemos podido sacar la cabeza de abajo, pero no podemos todavía cantar victoria», comentó.

El equipo que dirige ha logrado remontar los malos resultados de la primera vuelta y con los partidos de este segundo tramo, los rojillos ocupan la doceava posición con 32 puntos; una cantidad que todavía está lejos de la que el jienense considera necesaria para salvar la categoría. «En la jornada de hoy, creo que la salvación está en 41 puntos. Igual la semana que viene hablamos de otros números pero depende del viaje de Osasuna al Calderón -que tienen 29- y si no saca los puntos, estaríamos por debajo de los 41. Si lo gana, sube el coeficiente pero todavía hay enfrentamientos directos, una liga muy particular y no todos van a sumar», reconocía el máximo responsable del primer equipo mallorquinista.