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Tolo Jaume Los responsables de la candidatura de Cala Rajada a la Copa Davis argumentaron ayer su decisión de no aceptar las condiciones exigidas por la Real Federación Española de Tenis (RFET) para organizar el enfrentamiento entre España y Alemania. El proyecto balear señaló las condiciones económicas como un obstáculo insalvable.

El coordinador de la candidatura, Ignasi Esteve, razonó que la negativa de la RFET a ceder el 50% de las entradas a cambio del alojamiento y el coste de la organización podía generar un déficit de dos millones de euros que la Asociació Hotelera Cales de Capdepera no estaba dispuesta a asumir. «Esta eliminatoria no vale lo que se pide y en tiempos de crisis me parece una falta de respeto», afirmó Esteve, que destacó que la final de Sevilla contempló un canon de 600.000 euros. Además, lamentó que la RFET no haya valorado la seriedad de la propuesta, la capacidad organizativa y la referencia de Rafael Nadal.

El conseller de Turisme, Miquel Nadal, y el d'Esports, Mateu Cañellas, destacaron el trabajo de la asociación que preside Joan Massanet para hacerse con el evento y aplaudieron junto al presidente de Fomento de Turismo Àlvaro Middleman «el seny» para retirarse de la puja. Cañellas y Nadal criticaron el sistema de financiamiento estatal y los criterios económicos que la RFET ha hecho primar sobre los técnicos.