La victoria del número uno pareció en algunos tramos del partido un simple entrenamiento. O quizás ni eso. Rochus, 62 en el ranking mundial, entró a la pista derrotado y con miedo a ofrecer una cierta resistencia al balear, y fue vapuleado en un encuentro con escaso interés tenístico.
El manacorí debía jugarse hoy el pase a semifinales con un rival de mayor entidad, el argentino David Nalbandián, clasificado en la posición 15 del ATP y ex número 3, que venció ayer al murciano Nicolás Almagro por 6-3 y 6-4. El médico del sudamericano, Àngel Cotorro, anunció que «una inflamación en la cadera derecha que arrastra desde hace semanas ha provocado que decidamos la retirada de Nalbandián».
El director del torneo, el ex jugador Albert Costa, afirmó que «se trata de una muy mala noticia porque el partido contra Nadal habría sido buenísimo y ofrecía muchísimas expectativas».
Por su parte, Nadal no se mostró ni mucho menos contento por la lesión de su rival: «Yo sabía que Nalbaldián tenía problemas físicos y lo siento por él», y añadió que «nunca he jugado con él en tierra y el enfrentamiento era un reto para mí».
El mallorquín habló de sus posibles rivales por una plaza en su quinta final consecutiva en el torneo: «Stepanek juega más extraño y Davydenko es un jugador con mucho ritmo y difícil de dominar», explicó el líder de la clasificación mundial.
Del partido de ayer, Nadal mantuvo que «Rochus no ha salido a la pista con la mejor mentalidad». El manacorí empezó a romper el servicio de su oponente en el tercer juego del primer set y ahí se acabó la lucha. El francófono ya sólo se anotó un juego más en todo el partido.
Rochus trató de desacelerar los intercambios con bolas lentas y pesadas pero Nadal desbordó al belga en todos los sentidos. El centroeuropeo parecía no saber restar los golpes de Nadal que ganaba los puntos con excesiva facilidad a base de contrapies y tiros cercanos a las líneas.
El público que llenó la pista central del Real Club de Tenis Barcelona, algo decepcionado, acabó animando al belga pero no hubo ningún tipo de reacción por su parte.
Uno de los partidos más interesantes de los cuartos de final, con la ausencia de Nalbandián, será el duelo entre el catalán Tommy Robredo y el alicantino David Ferrer, quienes ganaron a Andreev y Starace, respectivamente, en duros partidos a tres sets.
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