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Rodrigo Zuleta|BERLÍN
El Panathinaikos se coronó, por quinta vez, campeón de la Euroliga al derrotar por 73-71 al CSKA Moscú, en un partido dramático, después de que los griegos hubieran dominado el partido en los primeros dos cuartos. Si el CSKA hubiera ganado, la historia sería la de una remontada. Los griegos terminaron 21-16 el primer cuarto, y al final del segundo la aumentaron (48-28). Al final del tercero, la renta sólo era de diez puntos (56-46). El CSKA siguió remontadando y el rival resistía. A 40 segundos la diferencia era de cuatro puntos y los rusos tenían dos tiros libres. Los fallaron. Pero luego vino un triple de Siskauskas (70-69). Una falta del CSKA y dos lanzamientos libres de Diamantidis hicieron que, a 10 segundos, hubiera tres puntos de ventaja para los griegos y el balón en poder ruso. Le hicieron falta a Siskauskas y convirtió dos puntos. Faltaban 8'5 segundos y la diferencia era de un punto. Jasikevicius la subió a dos a 5'8 segundos. Siskauskas estuvo en posición de lanzar para lograr tres puntos mágicos. No hubo suerte y Obradovic ya puede presumir de siete títulos.