Gregorio Manzano conversa con Pep Lluís Martí.

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Miquel Alzamora Se avecina un final de temporada de todo menos aburrido. Con la permanencia atada y el Mallorca salvado, los asuntos colaterales que rodean al club y a la plantilla amenazan con eclipsar totalmente los asuntos puramente deportivos. Al margen del futuro de la entidad y de quién será o dejará de ser el propietario y presidente, el entrenador ha sido el primero en sufrir las consecuencias de una situación tan inevitable como futbolística. En Sevilla se apunta constantemente hacia él como sustituto de Manolo Jiménez y ayer el entrenador del Mallorca calificó de «rumores» las noticias que apuntan al interés del equipo hispalense en ficharle y dejó claro que «todo lo que se escribe está en la responsabilidad del que lo escribe o comenta. Desde este punto de vista, no voy a estar todos los días hablando sobre rumores», comentó el preparador de Bailén. En la ciudad hispalense ha sonado con fuerza su nombre esta semana, pero el técnico asegura estar centrado sólo en el capítulo deportivo. «El último rumor positivo que hay es que viajamos a Sevilla para jugar contra ellos, esa es la realidad», insistió. «Como profesional del fútbol en lo que tengo que pensar es en intentar preparar al equipo para llegar lo más alto posible y además afrontar este reto jugando partidos muy bonitos. No hemos estado hablando de llegar al 'Tourmalet' con la categoría salvada y ahora que lo hemos conseguido parece que vamos a tener poco tiempo de hablar de estos encuentros tan bonitos», reflexionó el entrenador del Real Mallorca.

Manzano observa cómo ahora, con el equipo salvado y los deberes hechos, la actualidad mediática pasa por intentar averiguar por dónde se circunscribe el futuro de la entidad, tanto desde el punto de vista deportivo como institucional, situación que no agrada al entrenador al considerar que la competición no ha terminado y restan partidos muy atractivos por disputar.

La constante este mes
«La temporada no ha terminado, restan cuatro jornadas y lo que sí está claro es que ha durado menos de 48 horas la felicidad por la permanencia. Ya hemos abierto el mercadillo, el tenderete lo tenemos puesto y ahora hay que ver quién es el que sale, quién es el que se vende, quién es el presidente y esta será una constante durante todo este mes. Se aceptan las reglas del juego porque esto está montado así, pero repito que yo como profesional del fútbol mi obligación es preparar lo mejor posible al equipo de cara a la próxima jornada», comentó el andaluz.

De momento el entrenador no ha mantenido ninguna reunión con el director deportivo y el entrenador para hablar de la próxima temporada. «El presidente es quien marca las pautas a la hora de empezar a planificar y en lo que estamos es en terminar bien y dignamente la temporada», comentó. Uno de los futbolistas que puede abandonar el Mallorca este próximo verano es Miquel Àngel Moyà. El portero de Binissalem tuvo oportunidad de salir hace un año con dirección a Mestalla, pero se frustró su pase. El guardameta se encontraba ante la oportunidad de su vida y la oferta para el Mallorca alcanzaba los ocho millones de euros. Ahora su futuro es una incógnita. «Sería bonito decir que Miquel Àngel se queda el año que viene aquí y así empezamos a poner las bases para que el equipo sea de nuevo un grupo fuerte y poderoso y hablo de Moyà o de cualquier otro jugador importante», destacó Manzano. En su opinión, «si empezamos a vender antes de tiempo ya estamos con otra historia que es la misma de siempre y es que el Mallorca tiene que vender para subsistir y es el mismo destino de todos los años y el mismo guión», comentó el entrenador andaluz.