La plantilla del Mallorca posa para los medios poco antes del inicio de la cena de final de temporada. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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A. Orfila / C. Montes de Oca

Las relaciones entre Gregorio Manzano y la cúpula del Real Mallorca no atraviesan por su mejor momento. Más bien todo lo contrario. Las declaraciones realizadas por el entrenador jienense el pasado viernes, en las vísperas del último partido de Liga, sacudieron los cimientos de la planta noble de la SAD balear. El técnico se quejó de la indefinición institucional en unas manifestaciones que el consejo que preside Mateu Alemany considera «injusta e inoportunas».

El hecho de que su nombre esté siendo vinculado a varios clubes, por el ofrecimiento que está realizando su representante Manuel García Quilón, tan habitual en un mundo profesionalizado, también ha caído como un jarro de agua fría en la entidad. Sobre todo teniendo en cuenta que su contrato expira el 30 de junio de 2010.

Los actuales gestores consideran prioritario asegurar primero el destino de la entidad para profundizar, posteriormente, en la planificación de la próxima campaña. El técnico, por su parte, se expresó en términos contrapuestos. Quiere una respuesta inmediata sobre un futuro que está repleto de incógnitas. «Hay cero de planificación deportiva, cero futuro institucional, cero patatero», manifestó Manzano en la rueda de prensa del pasado viernes.

En esa comparecencia, el técnico de Bailén no aseguraba su continuidad en la Isla -aunque tiene una temporada más de contrato- hasta no conocer el boceto de la próxima campaña. Incluso se ha rumoreado la posibilidad de que Manzano rescindiera su contrato.

Sin embargo, en las últimas horas, el entrenador andaluz ha variado su discurso. Curiosamente, tras la primera conversación mantenida ayer con el presidente Mateu Alemany y el director deportivo Nando Pons. Posteriormente a ese encuentro informal, durante el cual Alemany impuso sus galones, el técnico acudió a los micrófonos de la radio oficial de la entidad, Versió Reial FM, para expresar su deseo de «seguir haciendo historia» en el Mallorca.

«El presidente me ha explicado cómo está el club en el aspecto institucional; es decir, el interés por la compraventa del club para los que han pedido informacion y en qué momento están esas negociaciones. La fecha final es el 30 de junio y Mateo, si no hay comprador oficial se haría cargo del club. Hemos dado los primeros pasos para ver el futuro más inmediato», manifestó el técnico.

La plantilla, por su parte, ya divisa las vacaciones. Hoy acudirán a una excursión en barca y el viernes disputarán un amistoso en Alaior.