Aficionados del Espanyol recuerdan la figura de su capitan, fallecido de muerte súbita.

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Centenares de seguidores del RCD Espanyol, con camisetas, banderas y bufandas blanquiazules, se acercaron al recién estrenado estadio periquito de Cornellà (Barcelona) para llorar la repentina muerte, ayer en Italia, de su capitán, Dani Jarque. Las muestras de pésame han llegado desde todos los estamentos deportivos, así como del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat, que se ha puesto a disposición del club para ayudarle en aquellos trámites burocráticos necesarios para acelerar la repatriación del cadáver, al que han de practicar la autopsia.

Jarque, de 26 años, falleció el sábado de un fulminante ataque al corazón en su habitación de un hotel de la localidad italiana de Coverciano, donde participaba con su equipo en la estadía veraniega. La concentración del equipo fue suspendida y los jugadores regresaron ayer a Barcelona. En el aeropuerto de El Prat esperaban a los futbolistas una decena de aficionados periquitos, que quisieron estar cerca de sus jugadores en estos momentos de dolor, a pesar de que el club había pedido a los seguidores que no se acercaran al aeropuerto. Entre los aplausos de los seguidores, los jugadores del Espanyol abandonaron el aeropuerto en un autocar que les condujo al campo, donde han sido recibidos, también entre aplausos, por centenares de aficionados.

El nuevo estadio de Cornellà-El Prat se convirtió en lugar de peregrinaje de la familia españolista, que colocó velas y desplegó camisetas, bufandas y fotografías en memoria del defensa central. De hecho, los aficionados empezaron a acudir al estadio el sábado, al poco de conocerse la muerte del futbolista, que ha podido disfrutar quince días de su nombramiento como capitán. Uno de los primeros que se acercaron fue el jugador blanquiazul Nico Pareja, que se encontraba en Barcelona porque iba a incorporarse a la selección argentina y que dejó su camiseta en el suelo, frente a la puerta 21, la que se corresponde con el dorsal que lucía Jarque.

Gentes de todas las edades acudieron al estadio, muchos con lágrimas en los ojos, sin acabar de creerse la noticia de la muerte de Jarque, en un homenaje espontáneo. Desde internet, una asociación de seguidores periquitos iniciaron una campaña para que el estadio lleve el nombre de Jarque, representado por el mallorquín Mágico Díaz.

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, han trasladado su pésame a la familia y a la junta directiva del club. El Barcelona ha expresado igualmente su pesar y los jugadores culés han lucido un brazalete negro en señal de duelo durante el último partido de su gira americana, celebrado la madrugada del domingo en San Francisco. Las condolencias han llegado también desde, entre otros equipos. El presidente del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, ha interrumpido sus vacaciones en Lanzarote y se ha trasladado a Barcelona.