La lluvia detiene a Nadal

La organización quería apurar al máximo las posibilidades para que se retomara el choque entre Nadal y González. Un nuevo aplazamiento a esta tarde trastocaría el resto del torneo, que tendría que planificar la final para el lunes, tal y como sucedió el año pasado. Jugarían en la pista central, la Arthur Ashe.

Pero en vista de que la lluvia sobre Flushing Meadows no cesa, la organización del último Grand Slam de la temporada ha optado por retirar de la programación las semifinales femeninas que van a disputar la estadounidense Serena Williams y la belga Kim Clijsters por un lado, y la también belga Yanina Wickmayer y la danesa Caroline Wozniacki, por otro. Ambas se jugarán hoy.

Por lo tanto, el juego se comprimía para las dos últimas jornadas a falta de que concluyera el choque entre Nadal y González, el único de cuartos de final que restaba por completar.

En el mejor de los casos, Rafael Nadal, que aguardaba en la zona de jugadores el momento de salir a la pista desde primera hora de la mañana, tendría que disputar tres partidos en tres días para optar al título del único Grand Slam que le falta. Todo lo contrario que los componentes de la otra semifinal: el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer, que descansan desde hace unos días.

Djokovic, con el que ha coincidido, entre otras, en las dos últimas ediciones del Abierto de Estados Unidos, es el penúltimo escollo que encontrará el número uno del mundo, el suizo Roger Federer, en el camino hacia el sexto título consecutivo del último Grand Slam del año. En ambas ocasiones salió airoso Federer. Hace dos años, en la final. El curso pasado, en situación similar a la actual, en cuartos de final.

Ante Djokovic, el suizo, que acumula 39 victorias seguidas en el Abierto de Estados Unidos, afrontará su vigésima segunda semifinal de un Grand Slam consecutiva