Gregorio Manzano tiene otro récord en la bandeja de salida. El técnico del Mallorca, que en el banquillo de Moix acumula todo tipo de plusmarcas, puede superar el domingo el mejor inicio de Liga en la historia del club balear. Su equipo, con 10 puntos a cuestas en cinco jornadas, superaría con una victoria en Gijón los 12 que administraba el conjunto de Héctor Cúper a estas alturas de la temporada 1998-99 y añadiría otro diamante a una hoja de servicios redactada principalmente a orillas del Mediterráneo.
Hace once años, la escuadra isleña despachó los seis primeros capítulos del torneo con tres victorias (Espanyol, 2-0; Real Sociedad, 0-1; y Alavés, 2-1) y otros tantos empates (Salamanca, 0-0; Oviedo, 0-0; y Tenerife, 1-1), por lo que otro triunfo en terreno sportinguista mejoraría ligeramente aquellos dígitos. Sea como sea, acude a Gijón con la intención de dar otro golpe sobre la mesa. Y lo hará sobre un escenario particularmente propicio en el que ha clavado la bandera rojinegra durante sus dos últimas incursiones (1-3 en la campaña 1997-98 y 0-1 en la 2008-09).
Manzano aprovechó al maximo su primera etapa en Palma. El de Bailén, que venía de apartar al Rayo Vallecano de un descenso casi seguro, abrió la Liga con tres derrotas encima, aunque volvió a ponerse en pie enseguida. Tras ese varapalo inicial, el equipo hilvanó siete victorias consecutivas a costa de Athletic (0-2), Espanyol (2-0), Betis (0-1), Osasuna (2-0), Valladolid (1-3), Alavés (3-1) y Racing (1-2). Después, el Villarreal le frenó con un empate a uno en el mismo encuentro en el que se jugaba el liderato de Primera, aunque ya había fijado un techo que todavía no ha podido romperse. Su otro gran logro de ese curso fue la exhibición que protagonizó sobre la alfombra del Santiago Bernabéu (1-5), donde estableció la victoria más abultada de su existencia a domicilio gracias a los tantos de Pandiani, Riera, Etoo, Carlitos Domínguez y Roberto Carlos en propia puerta. La campaña se cerró en junio con la consecución de la Copa del Rey.
Otra temporada productiva para el Mallorca y Manzano fue la 2007-08, aunque no la única. Durante ese ejercicio, el más brillante de los últimos años para la SAD balear, el equipo se hartó de actualizar registros antes de finalizar la Liga en séptima posición y pelear hasta el último minuto por un pasaje para disputar la Copa de la Uefa. Marcó más goles que nunca, en global (69) y como foráneo (34), batió la puerta rival como visitante en dieciséis ocasiones, encadenó cuatro victorias a domicilio y sólo fue doblegado cinco veces como visitante. Además, dibujó el triunfo más abultado de su existencia a costa del Recreativo (7-1) con tantos de Juan Arango (3), Borja Valero (2) y Dani Güiza (2), que se erigió además en el primer pichichi bermellón. Además, la campaña anterior (2006-07) también se habían producido buenas noticias. El Mallorca cruzaba el ecuador de la Liga con las fuerzas justas, pero su situación dio un vuelco al sumergirse en la segunda vuelta y engarzó su mejor serie en casa tras ganar a Recreativo (2-1), Zaragoza (2-1), Levante (3-1), Betis (2-0), Getafe (2-0), Nàstic de Tarragona (1-0) y Osasuna (3-1).
Manzano tiene todavía varios asuntos pendientes en su agenda. Al margen de récord de puntos en las primeras seis jornadas que podría pulverizar el domingo en Gijón, tiene al alcance una serie de récords muy suculentos a la hora de ilustrar sus estadísticas. El más importante, el número de encuentros dirigidos en Primera División, actualmente en posesión de Llorenç Serra Ferrer (184). El jienense acumula 172, por lo que sólo una posible destitución amenazaría ese registro. En cualquier caso, no es el único reto que emerge en el horizonte. Si el Mallorca aguanta otras tres jornadas sin recibir ningún tanto en casa mejoraría lo conseguido en la temporada 1989-90, cuando mantuvo cerrada la puerta del Lluís Sitjar durante cinco actuaciones completas. Podría también rebasar el número de partidos consecutivos marcando en casa (18), que se firmó a caballo entre la 1998-99 y la 1999-00, aunque para ello debería golear como local en sus seis próximas comparecencias. Otro objetivo, aunque algo más alejado, es el número de partidos del campeonato de Liga sin ceder una derrota, fijado hasta ahora en 10 (campaña 1990-91). Desde luego, tiempo le sobra.
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