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Si no cobra, no se va. Ese pequeño problema alargó un día más la agonía del Real Mallorca. Cuando todo parecía preparado para finiquitar el futuro de la entidad, después de que el propietario Javier Martí Mingarro le comunicara el pasado domingo a Mateu Alemany su intención de abandonar el club, su hijo y consejero delegado se desmarcó ayer con una exigencia para desalojar la SAD balear y solicitó 24 horas más de plazo...

 

Javier Martí Asensio le pidió al ex propietario la devolución de los 500.000 euros correspondientes al primer pagaré de la compraventa que hizo efectivo en septiembre. Alemany no se mostró de acuerdo. Considera que la familia Martí Mingarro no ha cumplido con el calendario de pagos ni con los compromisos financiera que adquirió el pasado 7 de agosto, al adquirir la entidad.

 

Alemany, además, le transmitió al hijo del dueño que actualmente no puede hacer frente a esta cantidad económica que exige el empresario madrileño. El abogado andritxol fue contundente. A su pesar, le concedió el plazo de 24 horas de reflexión solicitado por el consejero delegado, pero lanzó un ultimátum.

 

Hoy debe quedar todo resuelto. Ya hace diez días que el propietario reconoció en la Isla su intención de no continuar con el proyecto y el ex propietario no quiere prolongar más este culebrón. O la propiedad cumple con su palabra y se alcanza un acuerdo definitivo para revocar el contrato o el futuro de la entidad se revolverá en los tribunales. Aunque hoy se antoja el día clave, un portavoz de la entidad informó ayer a este diario que, debido a las muestras de informalidad del consejero delegado, no se descarta que hoy ni siquiera se presente y plante de nuevo a Alemany.

 

El día arrancó rodeado de incógnitas y despachos. A media mañana, Alemany se encerró en el Bufete Buades para analizar la situación y escrutar hasta el más mínimo detalle del contrato suscrito en agosto pasado. A primera hora de la tarde, Javier Martí Asensio dio por fin la cara por la terminal de Son Sant Joan. «Todo dependerá de lo que pase en la reunión», apuntaba el consejero delegado a la carrera. Al filo de las cuatro, el consejero delegado y el ex propietario se vieron las caras. Durante la cumbre, Javier Martí Asensio le pidió 500.000 euros a Alemany para abandonar el club. Para no perder ni un céntimo de su aventura durante los tres meses en la institución balear. Apenas una hora después, en pleno corazón de Ciutat, el gestor madrileño se plantó ante los medios de comunicación para esparcir un discurso con olor a despedida. Instantes después, tras apenas permanecer tres horas en la Isla, se dirigió de nuevo al aeropuerto para coger un avión con destino a Madrid. En principio, el consejero delegado aseguró tener cita a primera hora de hoy con un notario para desbloquear el cobro de Mediapro para poder pagar a los empleados de la entidad, que todavía no han cobrado la nómina de octubre, y a los futbolistas... La crisis traspasa ya todos los límites inimaginables.