«Para todo el mundo hay momentos duros. Desafortunadamente para mí, este año llegaron los míos y llegué a los torneos más importantes en las peores condiciones posibles. Siempre tienes altibajos, en Australia, Roger (Federer) estuvo un poco bajo, pero en la final, no perdió en segunda ronda, pero el resto del año, ha tenido muy buenos momentos», afirmó en una entrevista al diario británico The Guardian. La tendinitis en sus rodillas le obligó a perderse Wimbledon, donde defendía título, y lo pasó muy mal por no poder ir a su torneo «favorito». «También perdí en Roland Garros y tuve algunos problemas personales. Todo vino junto y eso lo hizo duro», reconoció.
El número dos del mundo calificó como «un cambio importante» el divorcio de sus padres. «Me afectó. Después de eso, cuando no pude jugar en Wimbledon, fue duro. Durante un mes, estuve fuera del mundo», apuntó. El manacorí explicó que había necesitado «tiempo para aceptarlo». «Ahora estoy bien, pero necesitas tiempo. Y es más difícil asumirlo cuando estás fuera de casa y no sabes qué está pasando. Al menos, la lesión me dio tiempo para estar con mi familia y amigos», comentó. El balear también aludió a los posibles motivos que mermaron sus condiciones en Roland Garros, donde cayó en octavos de final ante el sueco Robin Soderling. «Jugaba con menos tranquilidad. Una razón era el dolor en las rodillas y además, estaba triste por el divorcio. Soderling jugó realmente bien y me ganó. Pero no he estado preparado, mentalmente o físicamente, este año», añadió.
Por otra parte, consideró que Andre Agassi no puede odiar el tenis, como afirma en su biografía. «Creo que es imposible que alguien odie el tenis y esté en el circuito 15 años. Siempre he visto a Andre jugar con motivación y pasión», dijo el tenista de manacor en esta extensa entrevista al diario ingles.
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