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Miquel Alzamora Los empresarios catalanes no vendrán solos a la Isla si finalmente se hacen con la compra del Real Mallorca. Inicialmente en el plano del primer equipo no se introducirían modificaciones, en caso de que la compra se cierre a corto plazo. «La trayectoria del Mallorca es muy buena, espectacular y eso que han sufrido toda la incertidumbre de la anterior gestión. Lo único que hay que desear es que siga así. No queremos intervenir en el proyecto deportivo en estos momentos», precisaron Toscas y Batalla. Sin embargo, su visión en conjunto del un club de fútbol a medio plazo es más profunda y según pudo saber esta redacción, su intención es la de llegar al club acompañados por un director deportivo de confianza.

En su mente tienen el nombre de un profesional de reconocido prestigio en las Islas, pero no se entrará en detalles al respecto hasta que la operación no esté mucho más avanzada. Ahora deben regirse por los tiempos que marque Mateu Alemany, aunque dejaron claro en la conversación que mantuvieron con Ultima Hora que su deseo sería agilizar al máximo todas las gestiones para hacerse con rapidez con la compra del club. «Nuestra intención no es comunicar nada respecto a planes concretos hasta que no esté del todo organizada la operación. Ahora podemos llegar a trasladar nuestras condiciones que pasan por comprar el 50% de las acciones del club, añadiendo al proyecto un par de socios mallorquines solventes y con credibilidad. Después vamos a hacer una oferta en firme, pero ya lo hemos dicho, es una condición indispensable que el 50% del resto del accionariado sea de la Isla. El mercado mallorquín además de que nos gusta mucho, es muy autóctono y es imprescindible para llevar a cabo un gestión productiva dentro del Real Mallorca», insistió Batalla.

Tanto el que está llamado a ser presidente del Mallorca en caso de cristalizar la compra como el propio Marc Toscas, no dudaron en calificar como de «mala fe» la actuación de la familia Mingarro en el club. «Nosotros sabemos que es imprescindible contar con un capital propio para arrancar. Consideramos que la compra por parte de Martí Mingarro fue una compra hecha con mala fe, se aprovecharon del nombre que tenían en Madrid. Ha habido mala fe con esta copraventa», insistieron. A partir de hoy, cuando se ha desvelado ya públicamente que la intención de la empresa Batalla Juanola es comprar el Mallorca, los acontecimientos pueden precipitarse. El primer paso y más urgente es conocer la realidad del club. Por parte del grupo catalán se sabe que el Mallorca debe a plazo corto dos millones a la Agencia Tributaria, que se adeudan las fichas de la primera plantilla de la pasada temporada y la de esta y que hay que cumplir con los pagos urgentes al Athletic Club por la compra de Aduriz. Nada de esto parece asustarles, al contrario, ambos dan la sensación que tienen recursos suficientes para abordar cualquier situación por crítica que esta sea.