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Envuelto de nuevo por la rutina del campeonato, el Mallorca se encuentra ante la posibilidad de acorazar, esta misma tarde, el cincuenta por ciento de la permanencia. Los de Manzano, que han constituido un gobierno dictatorial en torno a la alfombra de Son Moix (seis victorias en seis encuentros oficiales), reciben a un Almería alojado en la zona templada que amenaza con enrarecer, un poco más, la atmósfera que rodea al ONO Estadi. Con Aritz Aduriz de nuevo al servicio del grupo y la impresión de que el equipo circula por el carril de aceleración, los rojillos pretenden dar otro golpe sobre la mesa y abrir una zanja con respecto a sus enemigos más próximos. En síntesis, la mitad del proyecto está en juego (ONO Estadi, PPV, 17.00 horas).

Mientras el club atiende de reojo a su futuro, la primera plantilla se ha arremangado para recuperar sus obligaciones más básicas. Una vez clausurada la era Martí Mingarro, lo único que tiene en mente el conjunto balear es seguir engordando el colchón que le servirá de respaldo durante los próximos meses y compilar el mayor número número de puntos posible junto al Camí dels Reis.

De momento, nadie le puede reprochar nada al conjunto isleño. Sus números sólo con comparables a los que han amasado Madrid y Barcelona, con la salvedad de que los bermellones han encajado menos tantos que los dos grandes aristócratas del fútbol español. Xerez, Tenerife, Valladolid, Getafe y Racing ya han sufrido en primera persona el mal carácter de los mallorquinistas en su domicilio y aunque el Almería llegará a Palma advertido por esos antecedentes, los insulares parten con unos cuantos metros de ventaja. O eso, al menos, es lo que indican la dinámica de uno y otro.

Manzano ha vuelto a sufrir esta semana para componer la lista de convocados. Con sólo una baja por lesión (Varela sufre una sobrecarga en el sóleo de la pierna izquierda) el de Bailén ha tenido que meditar muy bien su elección y ha dejado al margen de la función a Pezzolano, Corrales y Bruno China, además de Óscar Díaz. Y aunque cuenta con todos los efectivos posibles para reeditar el once de etiqueta, introducirá algún que otro cambio significativo. El más destacado, sin duda alguna, es el de Webó por Víctor. El canterano ha aportado muchísimo en los siete partidos en los que ha intervenido hasta el momento, tal y como reconoció el entenador el viernes, aunque es probable que le pase factura su falta de acierto ante la portería contraria. Su caso, además, resulta totalmente opuesto al del camerunés. Fue decisivo en la última actuación del plantel en casa (certificó el gol de la victoria ante el Racing) y encarriló esta semana la clasificación de Camerún para el Mundial de Sudáfrica. Manzano no ha pasado por alto ese detalle, aunque está por ver cómo responde la dupla que forman el africano y el reaparecido Aduriz, ya que uno y otro, conformando la misma línea, nunca han reportado los réditos esperados.

El Almería además de afianzarse en la parte media de la Liga, necesita un golpe de efecto que disuelva las dudas que hay ahora mismo sobre la cabeza de Hugo Sánchez. Pensando en eso, los andaluces han apelado durante la semana al 'espíritu de Málaga', donde atraparon la única victoria como foráneos del curso. En cualquier caso, todas sus caídas lejos de los Juegos del Mediterráneo han mínimas.

Hugo, que no podrá contar con el sancionado Crusat, ha recurrido a Àlex Quillo en detrimento de Míchel para completar su catálogo de recursos.