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El Bàsquet Mallorca se ríe del guión, de la lógica y de lo que se pudiera decir a principio de temporada. El grupo de Xavi Sastre firma su mejor racha en mucho tiempo, acumula su cuarta victoria consecutiva -la séptima de la temporada- y se acomoda en la sexta posición, en la zona de 'playoff'. La mitad de los deberes están hechos y el Axarquía fue la última víctima (92-84) de los baleares en un nuevo ejercicio de orgullo y casta de un grupo que ha multiplicado sus prestaciones de manera espectacular y, pese a las limitaciones y presupuestarias del club, presume de codearse con los mejores pese a contar con uno de los presupuestos más modestos.

Ayer contó con los argumentos habituales. Y recordó que cuenta con uno de los activos más fiables de la categoría. Alberto Alzamora se reivindicó, se vacío en defensa y plantó cara a los 221 centímetros de un Sinanovic al que entre el mallorquín y Amador desquiciaron. Tanto, que apenas se inició el choque, y el gigante balcánico regresó al banquillo con dos faltas en su casillero.

El Mallorca se salía. Dos triples de Bonds disparaban las expectativas (13-2, minuto 3) y un tierno Axarquía, incluído un Miki Servera que, al igual que Sinanovic, se iba al banco, se veía desbordado por el acierto de la naranja mecánica (23-7 tras triple de Biviá), que sacó de sus casillas a Paco Aurioles, castigado con técnica tras recibir el mallorquín Servera la tercera falta. Esa acción fue redondeada a la perfección. Pampín encestó los dos tiros libres y Biviá lo rubricó con un triple que volvía a disparar las expectativas (31-18) tras un final del primer cuarto en el que los malagueños resucitaron (26-15).

Bajón
Las cosas iban a cambiar en el segundo parcial. El Axarquía apretó los dientes en defensa y al Mallorca se le atascaba la muñeca. La tercera de Green y la antideportiva a Lorenzo recordaron que el arbitraje fue desquiciante por fases, todo mientras el Clínicas Rincón remataba un 2-19 que les metía en el partido (39-41). Blanch y un inspirado Alzamora paraban la hemorragia (45-43) antes de un descanso que agradeció el cinco de Sastre, que había vivido minutos agónicos sobre el parqué del Palau d'Esports.

El arranque del tercer cuarto recordó al inicio de la cita. El Mallorca pisaba a fondo a la par que Sinanovic y Servera cometían la cuarta falta. Aparecía en escena el mejor Green (60-53), perol el triple iba a ser la asignatura pendiente. Lima y Zamora entendieron que era posible volver a tomar el mando, y entre ambos anularon la renta balear (66-68) en los albores del cuarto decisivo.

Y en ese momento aparecieron los hombres fuertes del Mallorca. Un triple de Movilla (70-71) y la antideportiva a Bonds encendían las alarmas. Más cuando Green, Amador, Biviá y Bonds se veían con cuatro faltas. Entonces, Alzamora y Amador se hicieron fuertes en la pintura, mientras Biviá puso el acierto, con Joan Riera ejerciendo de inteligente director de orquesta. El base valenciano encestó dos triples para recuperar el terreno perdido y poner al Mallorca por delante (83-82). Un palmeo de Alzamora tras un triple fallado por Green y la providencial mano de Blanch (87-82) dejaron en coma al Axarquía, apuntillado por un Riera letal desde la línea de tiros libres (92-84). Ahora, soñar está más al alcance de la mano de un Bàsquet Mallorca que mira hacia las alturas.